Rastrerías en tiempos de Coronavirus

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Por Marcos Santos.- Tres acontecimientos sucedidos en las últimas horas, los tres bochornosos en todo el sentido de la palabra, han sacudido a la opinión pública nacional, la cual ha rechazado de manera contundente, estos desmanes que nosotros hemos decidido llamar al triste episodio “Rastrerías en tiempos de Coronavirus”.

La grave denuncia del empresario Pablo Cabrera sobre una mafia instalada en el Instituto Nacional de Atención a la Primera Infancia (INAIPI), trayendo como consecuencia la destitución de varios funcionarios de esa dependencia oficial, cuya titular, Berlinesa Franco, renunció al reconocer que se cometieron irregularidades durante la compra de los kits de alimentos, ha generado una ola de críticas contra la acción de esos servidores públicos, cuyo caso no solo debe limitarse a la simple cancelación, si no, a un sometimiento ante los tribunales de la República.

El otro caso considerado por quien suscribe como una “rastrería”, lo constituye el aumento de sueldo de las próximas autoridades municipales de Higüey en la Provincia La Altagracia.

De acuerdo a lo publicado por la prensa nacional, en una Sesión los actuales ediles decidieron aumentarle el sueldo al alcalde electo, a la vicealcadelsa, y a los regidores que han de tomar posesión el próximo 24 de abril.

Los aumentos de sueldos de esos futuros funcionarios municipales, llega en un momento difícil para el pueblo dominicano, por lo que el mismo es considerado por la casi generalidad de la opinión pública como desconsiderado, inhumano e inoportuno.

Sin dudas estamos ante otra “rastrería”.

El otro tema tiene que ver con la situación de los mercaderes de la ciudad de San Francisco de Macorís.

El Ayuntamiento Municipal resolutó el cierre temporal del mismo, por razones que el pueblo conoce a la perfección.

El Mercado Municipal es un foco de contaminación y por ende un foco de contagio masivo del Covid-19, razón suficiente por la que se procedió a su cierre temporal.

Sin embargo, los mercaderes han burlado dicha disposición de las autoridades municipales y han montado un “mercado” en el parque Policarpio Mora en la parte alta de nuestra ciudad del Jaya.

Ese lugar ha sido convertido en un desorden mayúsculo en todo el sentido de la palabra, ante la mirada indiferente de nuestros servidores públicos.

Es decir, lo que ha sucedido es que esos mercaderes han trasladado el foco de contaminación y contagio del Covid-19 a otro lugar no muy distante del anterior.

Los mercaderes podrán alegar que son “padres y madres de familia” y que necesitan trabajar para el sustento de sus hijos y de sus familiares.

Pues a esos mercaderes, “sufridos padres y madres de familia”, no se les debe permitir semejante burla a la autoridad, porque primero está la salud de todo un pueblo, incluyendo las de ellos mismos.

Ese “mercado”, escenario del más evidente caos, desorden, y «sucieza», debe ser desmantelado en lo inmediato, sin ningún tipo de contemplaciones.

A los mercaderes que le busquen la vuelta con algún tipo de asistencia por parte del Estado hasta la reapertura del mismo.

Recuerden que todos los sectores económicos están siendo afectados por esta pandemia y esos mercaderes no pueden pretender ser excepción.

Esa es la tercera “rastrería en tiempos de Coronavirus”.

El autor es director de CALLE56.COM y MUJERESRD.COM, además de conductor del programa Con Marcos Santos que se difunde de lunes a viernes de 9 a 10 de la noche por el canal 8 de Telenord 

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Redacción

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