Un día como hoy, hace 11 años, moría el ‘Rey del Pop’. Michael Joseph Jackson nos dejaba al principio del verano de 2009 por una intoxicación aguda de propofol y benzodiazepina, después de sufrir un paro cardiaco.
Y el mundo se detuvo aquel 25 de junio y Michael Jackson se convirtió en mito. Por eso sigue vivo a través del legado de sus canciones y aprovechamos para recordarle.
Michael comenzó su carrera artística en The Jackson 5, donde dejó claro que él era (y será) la estrella de la familia. Pero la fama y el reconocimiento mundiales llegarían con ‘Thriller’ (1982) que, a día de hoy, sigue siendo el LP más vendido de la historia.
De este disco imprescindible salieron singles tan aclamados como la canción que le daba título, ‘Beat It’ o ‘Billie Jean’, todos acompañados de videoclips de factura impecable.
Después llegarían ‘Bad’, ‘Dangerous’, ‘Blood on the Dance Floor’ o ‘Invincible’ que serían aclamados por público y crítica donde Jackson volvía a demostrar canción a canción que no tenía rival en el mundo del pop. Repasamos a continuación cinco de sus clásicos.
THRILLER (1982)
No podía faltar. El que muchos consideran como el primer videoclip de la historia del pop. Una canción pegadiza acompañada de un vídeo espectacular y una coreografía que se sigue imitando pero nunca se ha llegado a igualar. Jackson en estado puro.
BAD (1987)
Otro clásico que no podía faltar en esta lista. Michael se dejaba ayudar (talón por adelantado) por Martin Scorsese para ponerle imagen a este tema en el que el pequeño de los Jackson demostraba lo bien que se le daba ser malo.
REMEMBER THE TIME (1992)
Uno de los singles que se extrajo de ‘Dangerous’. El vídeo, para el que contó con Eddie Murphy y la supermodelo Iman, te transportará al Antiguo Egipto con unas letras dignas del Jackson más romántico.
SCREAM (1995)
El considerado vídeo más caro de la historia. Dirigido por Mark Romanek, Jackson contaba con la inestimable ayuda de su hermana Janet para sacar un single en el que los dos sacan toda su furia gritando (literalmente).
GHOSTS (1996)
Con el vídeo de esta canción, extraída de ‘Blood on the dance Floor’, Jackson demostró que podía volver a unir el terror con estribillos pegadizos. El single se utilizó como base para un cortometraje que te dejará los pelos de punta.
EUROPA PRESS