Santiago. La pandemia ha llevado a la quiebra a más de 150 negocios en esta provincia y la cifra podría duplicarse si no se acuerda algún tipo de apoyo financiero, reveló la Asociación de Comerciantes e Industriales de Santiago (ACIS).
Sandy Filpo, presidente de la entidad empresarial, dijo que el sector comercio ha sido el más afectado y se ha visto en la necesidad de cerrar puertas desde bares, restaurantes, tiendas de tejidos, pequeñas ferreterías, librerías, artículos del hogar, misceláneas y de servicio, y también algunas industrias. Filpo considera que aunque la flexibilización de las medidas del horario de toque de queda pudiera ayudar, la mayor tarea está en trabajar para lograr préstamos para estos sectores que quedaron descapitalizados. Dijo que tan solo en un tramo de 200 metros, que comprenden la calle República de Israel en sector Reparto del Este, tres establecimientos de comida y confección de pantalones jeans se fueron a la quiebra.
Regular horario
“La flexibilización de las medidas podría ayudar, pero este es un problema de descapitalización. Hay muchos sectores y empresas que se han comido el inventario en gastos, se han comido el capital de trabajo, por lo que el gobierno debe ir primero en regular el horario y volver a la normalidad y un plan de financiamiento blando”, expresó Filpo, al hablar con reporteros de elCaribe, sobre la situación que viven comerciantes que ya quebraron y otros que sobreviven.
Reconoce que también existen dificultades para que los bancos puedan apoyar con la aprobación de préstamos debido a la descapitalización de las empresas afectadas, por lo que el gobierno dominicano debe hacerse garante, similar a lo que está ocurriendo en los Estados Unidos. Cree que de no aplicarse este tipo de respaldo, son muchos las empresas cerrar sus puertas.
Urgen acciones para recuperar sector
El presidente de la ACIS indicó que algunos establecimientos han logrado reconvertirse para ofrecer productos que han demandado el mercado en el momento, pero otros se encuentran en condiciones muy complicadas. El dirigente empresarial teme que de seguir prolongando la crisis, otros negocios corran la misma suerte y el tiempo de recuperación de haga muy largo.
MIGUEL PONCE