Santiago. En lo que va del año, al menos 200 personas han sido víctimas de mordeduras de perros, en comunidades de la provincia de Santiago y en uno de los casos, el animal murió por rabia.
La denuncia fue hecha por Rafael Octavio Ceballos, médico veterinario del área de zoonosis de la provincial II de Salud Pública.
Ceballos dijo que en el área uno se registró un caso de rabia canina, y se trató de un perro que mordió a una mujer en el sector Gurabo.
“El perro murió y tras hacerle el análisis salió con rabia. La mujer no se contagió y ya está fuera de peligro. Esto no trascendió debido a que ocurrió en el proceso de elecciones”, dijo el funcionario de Salud Pública.
Informó que en lo que va de año, se ha reportado una muerte en todo el país. Se trata de un agente policial que murió por la mordida de un perro con rabia, en hecho registrado en la provincia de Monte Plata.
Altas temperaturas
Atribuye el aumento de mordeduras de perros a las altas temperaturas que provocan un incesante calor.
“En la mañana del jueves se registró uno de estos casos, un perro que se veía rabioso mordió a una mujer cerca de las axilas”, apuntó Rafael Octavio Ceballos.
Denunció que una gran parte de los perros que provocan mordeduras, son animales callejeros, que aunque muchas veces, todos saben que tienen dueños, al registrarse los hechos, los propietarios o cuidadores se desentienden.
Ceballos espera que pueda hacerse realidad el proyecto de la alcaldía de Santiago de los Caballeros de construir un espacio para animales realengos.
El alcalde Ulises Rodríguez anunció recientemente que daría inicio a un plan para el rescate de los animales callejeros que deambulan en sectores de Santiago.
Casos reportados en varios sectores de la provincia
En abril de este año, un niño de cuatro años fue atacado y mordido por un perro pit bull, en la localidad de Villa Bao, en el distrito municipal Hato del Yaque, en Santiago. El menor presentó lesiones en extremidades superiores e inferiores que requirieron de sutura debido a la profundidad, y recibió atenciones ambulatorias en el hospital infantil Arturo Grullón.
MIGUEL PONCE