POR CRISTHIAN JIMENEZ.- A partir del avance en las pruebas de bombeo de agua del canal La Vigía realizadas el sábado último, es presumible que la flexibilización del cierre fronterizo dispuesto por el gobierno se daría en las próximas horas o días.
El presidente Luis Abinader ha condicionado ablandar el duro cierre de las operaciones marítimas, aéreas y terrestre con Haití a la rehabilitación de la obra, que garantizaría agua del río Dajabón para los agricultores dominicanos.
Con las dos bombas diésel habilitadas y una en proceso, se estima en un 80 por ciento el trabajo en esta zona de la Aduana Vieja. La capacidad de bombeo se estima en 9 mil galones por minuto.
En la rehabilitación del canal se trabaja con intensidad bajo celosa protección militar, mientas del otro lado los haitianos animan una tarima frente a su zona de trasvase con música, arengas contra los dominicanas y solicitudes de recursos económicos a incautos manipulados.
Los puntos de fricciones se encuentran en calma y autoridades militares y de inteligencia mantienen contactos permanentes para facilicitar la salida de haitianos en retirada y manejar cualquier eventualidad. Es notable la inteligencia emocional y cierta camaradería.
Al acompañar el sábado a la zona a Pablo Ulloa, Defensor del Pueblo y presidente de la Federación Iberoamericana de Ombudsman (FIO) pude constatar el apoyo a la medida gubernamental de cierre, pero también creciente preocupación por la afectación comercial que se extiende a 26 días. La FIO sesiona a partir de hoy en Barranquilla, Colombia.
Los derechos fundamentales, verificó Ulloa y así lo explicó a los representantes de los medios de comunicación en el área, son respetados. Lo reafirmaron los responsables directos de ambos lados, en un breve encuentro en la “zona de nadie”.
El canal La Vigía, es la opción que adoptó el gobierno ante la actitud de Haití de proseguir y defender la construcción unilateral de una canal de trasvase técnicamente inviable, según las opiniones de funcionarios oficiales y expertos independientes. Se completaría a mediano plazo con la presa Don Miguel, que serviría también a los agricultores haitianos, como otras cuatro tomas realizadas en el pasado consensuadas con las autoridades del lado oeste.
El presidente Abinader ha condicionado el diálogo propuesto por la Organización de Estados Americanos (OEA) a que se detenga la construcción del lado haitiano que viola el tratado de 1929, que establece la necesidad del consenso de ambos países para el uso racional del río binacional.
El primer ministro Ariel Henry, que en principio dijo al mandatario dominicana que la canaleta era una obra privada que rechazaba, fue a la sesión 78 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a defender la improvisada construcción y al regreso a su país la asumió como una causa nacional. Uno de los jefes de bandas armadas más notorio, alias Barbacue se erigió como defensor del canal de trasvase.
Hay todo un concierto oportunista que intenta hacer olvidar los más de 2, 400 asesinados y 950 secuestrados del 1 de enero al 15 de agosto de este año, según las estadísticas de la ONU, perdida en discursos sin definir una acción que auxilie la pacificación del país más pobre e inseguro del hemisferio. Hoy el Consejo de Seguridad está supuesto a definir qué haría en Haití.
En Dajabón, solidario con la medida oficial ya comienza a desesperar por la nula actividad comercial, que se extiende al Cibao central y otras zonas. Codevi, con 18 mil empleados haitianos y 2 mil dominicanos, por ejemplo, pierde 1.5 millones de dólares diarios. El país entre 80 y 100 millones de dólares al mes.
¡Qué arranque La Vigía!