A mi querido primo Rafael Antonio

POR MARCOS SANTOS. – Al ver tu foto publicada en tus redes sociales recibiendo un reconocimiento como profesor meritorio de la Universidad Católica Nordestana, UCNE, mi corazón rebozó de alegría, y me sentí muy orgulloso de llevar tu mismo apellido, dije a viva voz “ese es mi primo”.

En estos tiempos, somos muy pocos dados a expresar sentimientos de nobleza, de admiración por los demás, y estamos en un error, porque si en mi vida hay personas a los que yo quiero, una de ellas es el ingeniero civil Rafael Antonio Taveras Pantaleón.

Un muchacho lleno de virtudes, honesto, capaz, un digno hijo de sus padres, Rafelito Taveras y mi inolvidable tía Ana Lourdes Pantaleón.

Al ver la foto, de inmediato pensé en tú mamá, y ya me imagino lo orgullosa que está al verte desde el cielo, en el hombre que te has convertido.

Muy a pesar de tu juventud, tus acciones son dignas de imitar, y aunque tienes defectos, al igual que todos, yo me quedo con tus virtudes, que son muchas, me quedo con tu sonrisa, con tu cariño, con tu permanente apoyo, con tus consejos, que, aunque te llevo creo que 20 años de diferencia en nuestras edades, los escucho y los pongo en práctica.

En un bendito mundo, y más en un medio donde te desempeñas, porque más allá de tu vocación magisterial, te gusta la política y la comunicación, donde para algunos “nadie sirve”, tú emerges como una figura sin máculas, decente, sobrio, limpio, honesto.

Estoy seguro que, desde el cielo, Dios le permitió a tía “Luleta”, celebrar este nuevo triunfo con un vaso de cerveza con clamato y un cigarrillo, y exclamar llena de orgullo y satisfacción, “coño valió la pena todo mi sacrificio”.

Ella, no estuvo sola en ese momento tan especial, nuestras tías, es decir, sus hermanas, Fanny, Odila, Violeta, Juanita, el tío Antonio, y por supuesto mi mamá Esther, también tomaron cerveza, y celebraron juntos, como era la costumbre familiar, este logro, que es de todos.

Tía Catalina, y tía Margarita, que, gracias a Dios, están entre nosotros, también deben sentir el orgullo por lo que has logrado.

Celebra cuanto puedas, y mis afectos para tu esposa Estefany y tu pequeña Ana Lourdes.

Estefany, es parte fundamental en tú vida, es una muchacha noble, decente, afable, en fin, es la mejor compañera que cualquier hombre pueda tener.

Sigue y seguiremos todos hacia delante, Dios está con nosotros, y quien tiene a Dios en su corazón, y en su vida, y le obedece, no le falta nada, por más odio, que se pretenda echar contra ti o uno de nosotros.

¡Bendiciones del alma!

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