POR VINICIO CASTILLO SEMAN.- “El tiempo vuela”, como dice el refrán popular. Termina enero 2023 y estamos a un año de las elecciones municipales en República Dominicana, cuyos resultados influirán mucho en las presidenciales y congresionales de mayo.
Lo primero que hay que poner claro es que si la oposición va dividida a las municipales, el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y aliados tendrán una gran ventaja de obtener un resonante triunfo con mayoría simple, lo que tendría un impacto grande en la posibilidad de que el presidente Abinader pueda ganar en primera vuelta.
El efecto de una derrota municipal sobre los candidatos opositores sería demoledor. Causaría una depresión en sus filas, de la cual es poco probable recuperarse en 90 días.
Lo anterior obligará a Leonel Fernández y Abel Martínez, como candidatos presidenciales, a trazar la estrategia de alianzas electorales del 2024.
La diferencia fundamental entre Leonel y Abel estará en cuál de ellos será el más votado en mayo, tamaño que le dará el pueblo en urnas.
Pero el gran reto de ambos será llegar a mayo sin pelearse y habiendo tenido resultados electorales positivos para sus respectivos partidos en febrero.
En un sistema doble vuelta, Leonel necesitará a Abel si clasifica y viceversa si es Abel quien clasifica.
Como se apreciará de las circunstancias descritas, las elecciones municipales de febrero determinarán en gran modo la conformación de los poderes públicos de República Dominicana en el 2024.
Conforme a la ley electoral, los partidos deberán informar a la Junta Central Electoral (JCE) cuáles son las candidaturas reservadas.
La política de alianza jugará papel determinante, como lo ha sido históricamente.
Los próximos meses serán claves en las estrategias políticas electorales y la realidad es que el tiempo pasó rápido.
A sólo un año de las elecciones municipales. Lo que indica que en el último trimestre del presente año estaremos en campaña.