SANTO DOMINGO.- La Academia de Ciencias de la República Dominicana (ACRD) dio a conocer su propuesta para la protección de los humedales, manglares y zonas por la construcción del muro en la frontera, y a través de la Comisión de Ciencias Naturales advirtió que los daños del trazado de los trabajos de la construcción de la obra en el paso fronterizo serán irrecuperables.
Explican que, el muro en la frontera con Haití se construye de espaldas a las normas ambientales, principalmente en la parte cercana a Montecristi, poniendo en riesgo la Laguna de Saladillo, considerado uno de los humedales más importantes de la República Dominicana.
“Cuando se interviene un órgano muy sensible de la naturaleza, como son los ecosistemas, la norma es no dañar y en el caso de La Laguna Saladilla, un refugio de vida silvestre, categoría IV de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el impacto de la construcción del muro, lo que realmente cuesta, es la eliminación del relleno, vale decir, la remediación”, expresa el comunicado.
Alegan que aunque la construcción del muro se preste a muchas lecturas y valoraciones, ninguna de ellas justifica transgredir las leyes 64-00 y 202-04, ni podrían ignorar que las áreas protegidas sean bienes patrios, invulnerables, imprescriptibles e inembargables.
“Este equipo humano de mentes brillantes y especializadas en los distintos campos de la ciencia y el saber, siempre está dispuesto a colaborar, asesorar, servirle al Estado dominicano y a sus distintas dependencias, por mandato del Estatuto Orgánico, la esencia y Constitución de la Academia de Ciencias de la Naturaleza”, expresan.
La comisión detalló su propuesta para la conservación del área:
1. El relleno que divide en dos el inmenso humedal internacional que rodea el entorno de la Laguna Saladilla, era innecesario a la luz de las técnicas de la ingeniería moderna, brinda un abanico de opciones para construir vallas o barreras físicas poco o nada lesivas al medio ambiente y sus recursos y mil veces más seguras e incluso, más económicas que un muro de varilla y cemento que impida el paso de seres humanos.
2. Eliminar el o los rellenos, porque el humedal se toca en varios puntos y no solo en el manglar, implicaría un daño mayor que la herida causada al ecosistema y sus mecanismos vitales, pues como órgano viviente de la naturaleza, es como obstruir el flujo y el libre movimiento del ejército de glóbulos rojos, glóbulos blancos y trombocitos o plaquetas del sistema inmunológico que nadie puede poner a funcionar con la misma eficiencia que la naturaleza le enseñó, antes de ser intervenido.
3. Los túneles para el movimiento del agua no resuelven nada si se daña el substrato, aunque por allí se muevan los organismos sésiles, pero la miríada de microorganismos que manejan el flujo y reflujo vital, pierden por completo su conectividad, e incluso, su migración paciente, lenta e incontenible entre agua salada y agua dulce y precisamente, ahí es donde reside el daño, porque la vida es procesos y ella desaparece en la medida en que no puede ejercerlo a plenitud.