El joven británico detenido en España y reclamado por EE.UU. por acceder presuntamente a 130 cuentas de Twitter, incluida la del presidente Joe Biden, rechazó este jueves ser extraditado a aquel país, donde teme ser condenado a «prisión permanente de facto».
En la vista, que se celebró hoy en la Audiencia Nacional, el reclamado pidió además que, de ser entregado y sentenciado, pueda cumplir la pena en Reino Unido.
El joven, de 22 años, fue detenido el pasado verano en la provincia de Málaga (España) y acusado por EE.UU. de conformar una trama que en 2020 se dedicó a intercambiar el acceso ilegal a cuentas de Twitter por pagos en criptomoneda, según la reclamación recogida en los escritos de Fiscalía, que apoyó su entrega.
La defensa añadió como motivos para oponerse a la entrega que el reclamado no es ciudadano estadounidense, que los hechos de los que se le acusa fueron presuntamente cometidos en España y que Reino Unido tiene capacidad para enjuiciarlos.
El abogado también hizo referencia a la posibilidad de que sea juzgado en España, lugar donde residía y presuntamente se cometieron los hechos.
En el caso de que el tribunal acceda a extraditarle, el letrado pidió que se pidan garantías a EE.UU. de que no sea condenado a una «prisión permanente de facto», ya que los delitos por los que se le reclama -como conspiración para cometer un delito contra los EE.UU. o asociación delictiva para cometer intrusiones informáticas- podrían sumar 94 años de prisión.
Según la demanda de extradición, el reclamado se comunicó con un pirata informático y con otros dos individuos que hicieron de intermediarios para acceder a las cuentas, y la organización se apoderó así de criptomonedas por valor de unos 784.000 dólares (685.247 euros).
También se le atribuyen intrusiones informáticas en cuentas de redes sociales asociadas con dos figuras públicas y el acoso cibernético a una menor.
La investigación en España comenzó en 2020 cuando la Policía vigilaba a un supuesto grupo de ciberdelincuentes dedicados a cometer estafas en la red.
Con el avance de las pesquisas, el FBI informó de la relación entre el arrestado y la intrusión ilegítima a más de un centenar de cuentas de Twitter y otras redes sociales, entre ellas las de Joe Biden, el expresidente de EE.UU. Barack Obama o el fundador de Microsoft, Bill Gates.
EFE