Adolf Hitler retratado por el cine

Coincidiendo con el aniversario de su muerte, el 30 de abril de 1945, he aquí una pequeña muestra, -sería imposible tratarlo aquí en profundidad-, de cómo el séptimo arte se ha acercado tanto a su propia figura individual, como a las repercusiones que tuvo la política que lideró.

Adapatación del final de Hitler

La película `El hundimiento´ (2004), dirigida por el alemán Oliver Hirschbiegel, es una adaptación bastante fiel al libro de su compatriota, el historiador Joachim Fest. 

El largometraje narra con gran realismo los últimos días de Adolf Hitler en el búnker de la Cancillería del Tercer Reich.

Cuando la derrota de las tropas nazis era ya inevitable, con los soldados soviéticos a las puertas de Berlín, el «Führer» (guía, conductor), era incapaz de reconocer la derrota. Su egolatría y sus ansias de poder le impedían asumir la realidad.

Sin embargo, nadie quería contradecir a su líder, al cual admiraban y querían, en el mismo grado en el que les inspiraba temor. 

Sin embargo, en el ambiente asfixiante y claustrofóbico en el que se encontraban, sólo había una salida para el que no quiere capitular: el suicidio; que llevaría a cabo conjuntamente con su mujer, Eva Braum.

La película fue bastante controvertida, una gran cantidad de voces se manifestaron en su contra, arguyendo que «humanizaba» al dictador y homicida, mostrándole como un personaje vulnerable. Sin embargo, otras personas elogiaron la manera de ahondar en la parte humana del personaje, con una magistral interpretación de Bruno Ganz y una gran dirección. 

Esta obra tuvo una repercusión que transcendió su dimensión artística, al tratar un tema tabú como es el pasado nazi dentro de la cultura alemana. Fue nominada al Óscar como mejor película de habla no inglesa en 2005.

Película documental sobre el partido nazi

`El triunfo de la voluntad´ (1935) es una película documental de hace casi cien años.

El rodaje fue auspiciado y protegido por el propio Adolf Hitler, quien solicitó a la conocida actriz alemana Leni Riefenstahl, que rodara una película para que los alemanes y el mundo conocieran al partido nazi, que había tomado recientemente el poder. 

Riefenstahl había rodado anteriormente una sola película y no se consideraba capacitada para realizarla, sin embargo, esa película llamó la atención del ya canciller alemán y le insistió para que fuera ella quien la rodara

No quería un director profesional, sino hacer algo totalmente nuevo, que no fuera un documental al uso.  Lo que realmente deseaba era una película que le sirviera de propaganda, algo que fascinara y atrajera a los que la vieran, incluso si no estaban interesados en política.

La película recoge el congreso de Nuremberg del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán -Nazi-, con todo el estudiado ritual con el que se presentaban, su poderosa maquinaria propagandística y el magnetismo de su líder, el propio Hitler, que cautivaba a las masas con su discurso populista de exaltación de la raza aria.

Aunque destinada a un fin perverso que consiguió con creces, no se le puede negar una gran belleza estética y el empleo de unas nuevas técnicas de filmación, una novedosa utilización de la música y las perspectivas. 

Consiguió varios premios en países tan dispares como Alemania, Francia, Suecia y Estados Unidos. Está considerado el mejor documental político de la historia del cine y ha tenido una considerable influencia en la cinematografía posterior, no sólo en los documentales, sino también en la publicidad y en la propia historia del cine.

Directores como Peter Jackson, George Lucas y Ridley Scott han tenido en cuenta sus imágenes a la hora de desarrollar sus cintas, como se puede ver claramente en la saga de `Star Wars´. 

Sus imágenes presentan un documento de gran valor para conocer toda la iconografía nazi, su estudiada puesta en escena, así como toda la paraliturgia que la rodeaba.  

La gran obra de Chaplin

En esa estética, se basó el realizador de la siguiente película: `El Gran Dictador´ (1940). Escrita, dirigida e interpretada por el gran Charlie Chaplin. Fue ésta la primera película que decidió hacer en lenguaje sonoro, cuando ya todo el mundo había dejado el cine mudo, él fue el último en abandonarlo.

La película, genial para muchos, controvertida para muchos otros, retrata en forma de sátira la figura de Adolf Hitler, inolvidable su mítica escena jugando con una pelota que representaba el mundo. 

A través de dos personajes, el de un dictador psicópata y un barbero judío perseguido por éste, -ambos interpretados por el propio Chaplin-, ejerció una gran crítica hacía el fascismo y el antisemitismo.

A pesar de haber conseguido cinco nominaciones a los Óscar, de los cuales no se llevó ninguno, la película, como todas las que tratan sobre este personaje, no estuvo exenta de polémica.

Muchos objetaron que se hiciera humor sobre un tema tan dantesco como fue el exterminio de todos los señalados como enemigos por el régimen nazi: judíos, comunistas, homosexuales, gitanos, y todos los que oponían una mínima crítica a su despiadada forma de actuar.

El propio Chaplin, en su autobiografía declaró que, si hubiera conocido el horror que se produjo en los campos de concentración, donde a las personas se las destruía física, psicológica y moralmente, no se hubiera atrevido a hacer humor sobre tan magna tragedia.

Resulta curioso como el ser humano, para enfrentar el dolor y el miedo cerval que le producen los acontecimientos más terribles, recurre al sentido del humor para conjurar esos sentimientos. 

Así ocurrió con el inolvidable largometraje de `La vida es bella´, escrita, dirigida y protagonizada por Roberto Benigni. Y también ocurrió con la película `To be or not to be´ (Alan Johnson, 1984).

Mel Brooks, que protagonizó y produjo el filme, en unos tiempos en los que ya se conocía de sobra el horror nazi, se atrevió con esta adaptación de la película de Ernst Lubitch de 1942. 

Algunos criticaron con dureza esta película, arguyendo que carecía de la sutileza de Lubistch y que se había hecho en otra época muy distinta.

Sin embargo, muchos otros consideraron que era una película que desde luego merecía ser vista y que poseía un humor sutil, no tan obvio y directo con en otras películas de Brooks.

El argumento es el siguiente: un actor bastante mediocre se encuentra parodiando al propio Adolf Hitler para entretener a las tropas polacas, en ese mismo momento, su mujer se encuentra solazándose con otro actor y su país está siendo invadido.

El filme obtuvo la nominación a varios premios entre los que se encuentran los Óscar y los Globos de Oro de 1985, aunque finalmente no consiguió ninguna estatuilla.

EFE

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