Alertan ante peligro de niños que usan vapers

Santiago. El programa Niños con una Esperanza y padres del sector Cienfuegos mostraron preocupación ante el auge que ha tomado la venta y uso de vapers en sus barriadas.

Dicen que el consumo de la sustancia que colocan en estos aparatos afecta directamente la salud, la moral y la economía de los niños, adolescentes y jóvenes, así como la paz de la familia en general. El pastor Pablo Ureña, durante rueda de prensa, refirió que la utilización de los pocos ingresos que muchas de estas familias reciben, es aún más reducida al incorporar el vapeo por parte de uno o varios de sus integrantes.

“Queremos llamar la atención de los padres para que estén en alerta para evitar que sus niños inicien en el vapeo, ya que he sabido que hay diferentes modelos y tamaño de dispositivos, por ejemplo: En forma de lapicero, memoria USB, encendedor, frasco de perfume, lo que significa que con facilidad los niños pueden llegar a usarlo sin que lo padres se den cuenta, convirtiéndose así en un potenciar fumador”, apuntó Ureña.

En este sentido, Ureña, quien dirige el programa Niños con una Esperanza en el barrio Santa Lucia del sector de Cienfuegos del distrito municipal Santiago Oeste, recomienda hablar francamente con los hijos sobre esta pandemia del vapeo, que no ha tenido piedad ni siquiera de los niños.

“Hacemos un llamado al presidente de la República, Luis Abinader como autoridad máxima del país, al Ministerio de Salud Pública, a la Procuraduría de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, a CONANI, para que tomen medidas inmediatas que impidan que sigan proliferando estos tipos de negocios, los cuales están apuntando de manera franca y desafiante a dañar la niñez y la adolescencia”, puntualizó.

También exhortó a la sociedad a que no permita que se instalen esos tipos de negocio, porque lo único que les harán a todos, es daño. Se mostró confiado en que este llamado a la atención no será ignorado y tampoco caerá en el olvido, ya que lo hace por el bien de un sector vulnerable de la sociedad.

MIGUEL PONCE

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