POR RAFAEL SANTOS.- El “ángel político” lo definimos como la capacidad instintiva que tienen algunas personas que se dedican a esta práctica, de caer bien ante los demás, sin siquiera abrir la boca; es decir, cuando ese alguien, tiene magnetismo para atraer a los demás con el menor esfuerzo posible.
¿Cuándo se dice que una persona tiene ángel político?
La palabra político, se denomina como aquella “persona que se dedica a realizar actividades políticas”, mientras que esta última, es “una actividad orientada en forma ideológica a la toma de decisiones de un grupo para alcanzar ciertos objetivos”.
Aquí actúan una serie de elementos que de manera innata posee esa persona, la cual casi siempre logra conseguir el o los objetivos propuestos, pues su capacidad de convencimiento es tal, que en ocasiones hasta a sus mismos rivales logran sino atraerlo hacia su lar, por lo menos los neutralizan, y ya con esto, desde el punto de vista político, esa persona sale bien parada o gananciosa dentro del terreno en el que se desarrollan sus actividades vía el trabajo de la búsqueda del poder..
Una persona con el llamado “ángel político”, suele poseer la suficiente inteligencia emocional como para actuar casi siempre con elegancia y ética ante la sociedad en la que se desenvuelve, claro está, cuando lo que se busca sea para el beneficio colectivo y no el propio. Ahora bien, cabría hacerse la siguiente pregunta, ¿puede ese Ángel de pronto transformarse en Demonio, y por qué?, diríamos que sí, solo que esa interrogante la abordaremos más adelante.
Podríamos decir, que esta característica de “ángel” no se busca ni se adquiere con estudios universitarios o no, sino que la misma tal y como lo dijimos anteriormente, es una cualidad con la que se nace, pero que a medida que esa persona se desarrolla tanto física como emocionalmente, esta adquiere mucho más desarrollo, y si este llamado “ángel” no se cuida, el mismo se va desvaneciendo poco a poco hasta transformarse en lo que más adelante trataremos: en Demonio.