BUENOS AIRES.- La Argentina alcanzó el tope de la inflación global en 2023. Luego de varios años de liderazgo de Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro quedó segundo en la región por la política económica de Alberto Fernández.
El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), independiente del gobierno, informó que la inflación fue del 3,9% el mes (frente al 25% del Indec) y de 193% en 2023 (211%).
“En 2023, la tasa de inflación en Venezuela se redujo a 193%, desde el 305% de 2022. Esta desaceleración se debió a dos factores principales: la menor depreciación del bolívar y la base de comparación”, indicó el OVF.
Al respecto, explicó que el Banco Central de Venezuela (BCV) intervino más activamente en el mercado cambiario en 2023 “para frenar la depreciación del bolívar. Como resultado, el precio del dólar aumentó 106% en 2023, frente al 281% de 2022″.
“La tasa de inflación de diciembre de 2023 se situó en 3,9%, por encima del 1,9% de noviembre, pero muy por debajo del 37,2% de diciembre de 2022. Esto significa que, aunque el ritmo de aumento de los precios se aceleró en diciembre de 2023, el resultado en términos anualizados fue una tasa de inflación menor”, indicó el OVF.
“La desaceleración de la inflación también se debió a la política de reducción de los salarios reales de los trabajadores. Los salarios reales para los empleados públicos han caído dramáticamente en los últimos años, lo que ha reducido la capacidad de compra de los consumidores”, explicó.
“A pesar de la desaceleración de la inflación, la tasa de inflación en Venezuela sigue siendo alta. La menor depreciación del bolívar ha provocado una significativa apreciación real del tipo de cambio, lo que abarata las importaciones, afecta negativamente las cuentas fiscales y las exportaciones no petroleras”.
Entre 2017 y 2021 Venezuela sufrió un régimen continuo de hiperinflación, un fenómeno que, según el presidente Javier Milei, no hay que descartar para la Argentina.
Además, superó también al Líbano, que hasta noviembre había registrado una inflación del 211%. El conflictivo país de Medio Oriente registra la inflación más alta del mundo en alimentos.
En cuarto lugar se ubicó Turquía con 64,8%, en un mundo que registró una inflación menor que en 2022 luego del efecto provocado por la emisión de dinero por la pandemia y por la invasión rusa a Ucrania.
El caso de Zimbabue merece una mención aparte, ya que los organismos internacionales estiman que tiene un nivel de precios cercano al 222%, pero el organismo de estadísticas del país africano informó una suba de los precios del 26% el año pasado, ya que cambió su metodología para tomar en cuenta los precios en dólares. Entre los países más desarrollados, Alemania llegó al 5,9%, Italia 5,7%, Francia 3,7% y Estados Unidos 3,4%.
EL PANORAMA EN LA REGION
A nivel regional, luego de la Argentina y Venezuela, en un lejano tercer lugar se ubicó Cuba con 30% y Haití cuarta con 22%. Luego quedaron Colombia con un 9,8% en todo el año pasado (0,4%) en diciembre, luego Uruguay con 5,1% (-0,1% el mes pasado), México 4,6% (0,7%), Chile 3,9% (-0,5%), Paraguay 3,7% (0,3%), Perú 3,2% (0,4%), Bolivia 2,1% (0,6%) y Ecuador 1,3% (0%).
La mayoría de los países de la región registrarán este año una inflación menor que la del 2023, según las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Latinfocus. Sin embargo, todos los analistas prevén que en el caso argentino la suba de los precios se acelere y vuelva a superar el 200%.
Al respecto, el último informe de Latinfocus indicó que “la inflación regional debería acelerarse en 2024 con respecto a 2023. Sin embargo, esto se debe principalmente a la inflación galopante en Argentina, ya que la mayoría de los países deberían ver una inflación media inferior a la de 2023″.
De hecho, la proyección de Latinfocus para la Argentina en 2024 es del 224%, seguida por Venezuela con 168%, Colombia 6%, Uruguay 5,8%, México 4,3%, Bolivia 4%, Brasil 3,9%, Paraguay 3,6%, Perú 3,2% y Ecuador 2,5%.
¿Qué razones explican que países con regímenes económicos tan diferentes lograran desterrar la inflación alta? Con matices -y tendencias cambiantes- la explicación principal es el cuidado de las cuentas públicas y la credibilidad del banco central. De este modo, la Argentina consolidaría en 2024 su récord negativo de altísima inflación, combinada con caída en el nivel de actividad, como ocurrió en 2023.
AGENCIAS