SANTO DOMINGO.- A pesar de contarse con un marco normativo robusto para regular el sector de la construcción en la República Dominicana, los incumplimientos persisten. Solo desde finales del 2022 hasta el 27 de noviembre del 2024, el Ministerio de Vivienda, Hábitat y Edificaciones (Mivhed) sometió 93 proyectos a las jurisdicciones competentes, para los que solicitó la imposición de sanciones por violaciones detectadas.
Problemáticas relacionadas con la protección medioambiental, la regulación del ruido y la seguridad en el trabajo siguen siendo puntos críticos, según se constató en un recorrido reciente de Diario Libre por proyectos en el Distrito Nacional y Santo Domingo Oeste. De hecho, las denuncias se incrementaron en este 2024, en el que el Mivhed recibió 217, contrario a las 66 del 2023, según datos compartidos a Diario Libre por la institución.
La semana pasada la construcción de una tienda china colapsó al oeste de Santiago. La misma había sido detenida por disposición del Mivhed, por incumplimiento de los reglamentos.
Desde finales de 2022 hasta el pasado 27 de noviembre, dicho ministerio gestionó 348 expedientes relacionados con construcciones irregulares. De estos, 127 obras fueron regularizadas con acuerdos amigables y 128 están en proceso de regularización.
Multas y sanciones
Las sanciones por violación a cualquiera de las disposiciones establecidas incluyen amonestación escrita, suspensión temporal o definitiva de licencias, cancelación de las licencias, multas económicas desde un 3 al 6 % del valor de la obra, conforme a tasación hecha por el Mivhed.
Además, prisión correccional de 10 días a seis meses, multa doble según la gravedad del caso y demolición de edificaciones, según lo dispuesto en la Ley 687-82 y en la 675-44 sobre Urbanización, Ornato Público y Construcciones.
Importancia del cumplimiento
En el recorrido hecho por Diario Libre, entre otras violaciones, se observó que en proyectos residenciales muchos trabajadores, en su mayoría inmigrantes, viven temporalmente dentro de las construcciones. Allí cocinan y realizan sus necesidades básicas, lo que ha generado malestar entre los vecinos por la contaminación y falta de higiene.
Esta situación evidencia no solo un incumplimiento de las normativas ambientales, sino también la carencia de condiciones dignas para los obreros.
La semana pasada, el Ministerio de Trabajo dispuso la paralización de las labores de construcción de una torre en Piantini, luego de que un trabajador haitiano murió al caer por un hueco de la obra. Identificó «graves irregularidades en los procesos de construcción que representaban un riesgo significativo para la vida y seguridad de los trabajadores».
La Asociación Dominicana de Constructores y Promotores de Viviendas (Acoprovi) reconoce la importancia del cumplimiento de las normativas para garantizar el orden durante las construcciones y mejorar la calidad de vida en las ciudades. Considera que el cumplimiento no solo beneficia a las comunidades cercanas a los proyectos, sino que también contribuye a una mejor oferta y comercialización de viviendas.
Subraya que la mayoría de los constructores formales cumplen con las normas y hacen esfuerzos para minimizar las molestias, aunque reconoce que aún existen áreas en las que se puede mejorar.
KARINA JIMENEZ-DIARIO LIBRE