Avanza lo del frente (¿)

POR LUIS ENCARNACION PIMENTEL.- En tiempos en que no era necesario el 50 más uno para ganar las elecciones, el doctor Balaguer se agenciaba el apoyo de un partido comodín, algún movimiento reeleccionista y la “logística” propia del Estado para con apenas un 33 por ciento de los votos legitimar el quedarse en el poder.

El doctor Peña Gómez comprendió que para abrirse camino y para sumar fuerzas en procura de un triunfo en las urnas, la oposición tenía que llegar a acuerdos político-coyunturales con las más diversas organizaciones del sistema.

Y, en un pragmatismo que lo llevó a rechazar la tesis de Bosch de que “ir a elecciones sería ir a matadero electoral”, y a defender la conveniencia de estrechar relaciones con “los liberales de Washington”, al líder histórico del PRD le cupo el mérito de juntar en el Acuerdo de Santo Domingo y luego en el Acuerdo de Santiago a lo más connotado de la izquierda y de la derecha extrema del país entonces.

El doctor Leonel Fernández, que es foco de atención en la actualidad por liderar la oposición política del país. y ser pieza clave para la conformación de un frente multisectorial con miras al proceso comicial del 2024, le siguió con éxito los pasos a Peña , primero, al valorar la importancia de las relaciones internacionales y, segundo, al fomentar las alianzas partidarias con diversas organizaciones, a fin de garantizar la mayoría reglamentaria y ganar cómodamente los eventos en los que fuera electo tres veces presidente de la República.

En la actual coyuntura, lo del frente opositor y lo de las alianzas, que no sería a todo lo amplio, sino a determinados niveles, avanza a gran ritmo y, al parecer, no tendría vuelta atrás, pues hasta es posible que en los próximos días se anuncien algunos resultados.

Por lo visto, se busca evitar dispersión del voto.

Por eso se habla se frente opositor, sin exclusiones.

¿Amargo el trago?

Pero para lo presidencial, y de partido a partido, se deberán guardar algunas formas, por prudencia y delicadeza obligadas, particularmente en el caso de la Fuerza del Pueblo y el PLD.

Por ejemplo, es absolutamente incierto que los líderes de ambas organizaciones se hayan reunido o coincidido en ningún punto de la geografía nacional, como se ha querido vender en dos ocasiones, aunque si es verdad de todo el tamaño que comisiones de ambas partes han estado conversando – y no de pelota -, paro ver que tanto se puede llegar a acuerdos.

Cierto que hay un puente tendido para, como parte de un frente o muro electoral al gobierno y al PRM, tratar de escoger candidatos comunes a síndicos, diputados y senadores en tantos lugares como sea posible, si la vista no nubla a algunos, sobreestimando su tamaño y reales posibilidades.

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