POR VINICIO CASTILLO SEMAN.- El presidente Abinader comanda el poder en República Dominicana en medio de la crisis mundial más peligrosa que se recuerda en las últimas décadas.
El pueblo valora el trabajo incansable del Presidente y su empeño en hacer un buen gobierno. El problema que está enfrentando su gobierno, en diversas áreas, es producto de comportamientos de funcionarios del gobierno a quienes se les han ido los cargos a la cabeza.
Decía un importante periodista allegado al PRM que más fácil se comunicaba con el Presidente que hacerlo con funcionarios subalternos, ministros, directores generales y demás miembros del funcionariado. La crítica de accesibilidad a funcionarios es válida y una queja generalizada. El gusanito del poder ha transformado a algunos de ellos. Nada nuevo. Lo hemos vivido en las últimas décadas.
Creo que el Presidente debe tomar cartas en esa percepción y evitar que eso se consolide a los ojos del pueblo. Pero lo que más daño le está haciendo al gobierno de Luis viene de un grupo de funcionarios que quieren llevar una política frente al tema haitiano diferente y contraria a la trazada por el presidente Abinader.
Hay funcionarios que quieren, en conjunción con organismos internacionales, barrer con nuestra cultura, nuestra historia y nuestros valores cristianos. Son temas muy sensibles para el pueblo dominicano que del presidente Abinader dejar que sus funcionarios lo afecten, terminará haciéndole un gran daño al presidente y su gobierno.
Creo que le haría muy bien al gobierno que el presidente remenee la mata. Que saque a los funcionarios que no lo están ayudando; que lo están perjudicando. El último ejemplo es el desastre de la Feria del libro, tomada para promover ideologías anticristianas, ajenas a nuestros valores y contra la dominicanidad.
Ayuden al Presidente en la crisis, es mi exhortación a los funcionarios. Algunos no lo están haciendo.