Un clima de desasosiego vive dos familias de la comunidad Boca Canasta en Baní, que no tienen información sobre sus parientes que viajaron en una embarcación hacia las Bahamas, pero con Estados Unidos como destino final.
Y ahora con la noticia de un naufragio próximo a la costa de Florida, justo el día en que perdieron contacto con sus parientes, la incertidumbre de no saber si siguen con vida les rodea.
Juana Emilia Pérez, madre de Wilkin Méndez, de 18 años, tiene más de una semana que no recibe información sobre su hijo, con quien se comunicaba frecuentemente desde que emprendió el viaje el pasado 15 de enero.
En la misma situación está Denia Santos, hermana de Junior Pascual Santos Báez, de 49 años, quien también hizo el viaje; dejó de tener contacto con él desde el día 22 de enero.
Ante la situación, Santos investigó con los organizadores del viaje, quienes le confirmaron que hubo un naufragio, pero le aseguraron que no se trataba de la embarcación en que viajaba su hermano. Esa fue la versión que durante días le contaron.
Pero, Denia Santos dijo que el hombre, a quien identificó como Amali, se fue del pueblo con su familia y la llamó para decirle que su pariente sí murió en el naufragio. Entre 18,000 y 20,000 dólares pagaron los dominicanos que se presume iban en la embarcación, según las familias.
La Cancillería dijo que recoge informaciones sobre el caso, por lo que no se tiene un número de los dominicanos víctimas del naufragio y exhortó a los familiares que creen que un pariente iba en la barcaza, acercarse a la institución.
El conocimiento de que dominicanos iban en la embarcación surgió cuando el único sobreviviente, el colombiano Juan Esteban Montoya Caicedo, hizo mención de que en el bote con 40 personas había criollos, haitianos, bahameños y jamaicanos.
“Con el Departamento de Estado estamos haciendo todos los esfuerzos para que, en caso de que se determine de manera más oficial la participación de dominicanos, tener la información”, informó la Cancillería a este medio.
El Mirex destacó que a diferencia de esta tragedia con la del estado mexicano de Chiapas, es que en la última hubo un registro de los dominicanos que viajaron por avión hasta Guatemala, por ejemplo; y estaban los cadáveres para su identificación con la ayuda de las huellas.
Segunda tragedia en Peravia
Sería la segunda tragedia migratoria que golpea a la provincia de Peravia. El 9 de diciembre del año pasado, un camión con 160 migrantes se accidentó en el estado mexicano de Chiapas, matando a 56 personas.
Luego se conoció que, en el vehículo, que era conducido en exceso de velocidad, iban 16 dominicanos. Doce criollos murieron, de los cuales nueve eran de la provincia Peravia, uno de Azua y dos de Montecristi. Tres terminaron con heridas y uno todavía continúa como desaparecido. Los dominicanos son el tercer grupo, en cuanto a cantidad, que aporta al creciente número de nacionales de países del Caribe que emigraron a América del Sur en la última década, según la Organización Internacional para las Migraciones.
GRACIELA CUEVAS
