Santiago. El reforzamiento de la vigilancia con la integración de militares no impide que bares y otros establecimientos operen libremente en barriadas y residenciales de Santiago.
En el sector Villa Olga, un establecimiento de expendio de bebidas denominado Galipote, mantiene intranquilos a los moradores de esa residencial.
Decena de personas sin mascarillas acuden a compartir un trago o para conversar sin el más mínimo control de protocolo. En tanto, que en el parque de la comunidad, también es abarrotado de hombres y mujeres que utilizan el espacio recreativo como bar.
Las acciones son cometidas pesar de la advertencia de la Fiscalía de Santiago que informó da soporte a los operativos de vigilancia y cumplimento del horario de toque de queda en esta provincia con la presencia policías y militares.
MIGUEL PONCE