Santiago. A su paso por Santiago, la contaminación del río Yaque del Norte es total, debido a los asentamientos humanos improvisados y de empresas, que a pesar de las acciones de distintas administraciones en el Ministerio de Medio Ambiente, aún lanzan sus desechos domésticos o industriales, de manera directa o indirecta.
Al menos 20 barrios hacen llegar a esta fuente de agua desde basura hasta desechos fecales.
Entre las familias y negocios que se establecieron su ribera del río o las cañadas para conformar asentamientos improvisados se puede citar las establecidas en gran parte del trayecto de los arroyos de Gurabo, el de Pontezuela y Nibaje, además de Nueva York Chiquito, parte de Bella Vista, Pastor y Arroyo Hondo, entre otras. A pesar de que en diferentes gestiones ambientales y municipales se han anunciado desalojos de lugares como el llamado Nueva York Chiquito, ubicado en la ribera el Yaque, en el sector de Nibaje, los intentos han fallado porque nadie quiere cargar con el rechazo de los afectados.
De gestión en gestión
Hace siete años se calculó que para sanear los afluentes que contaminan el río Yaque del Norte se requería una inversión de 22 mil millones de pesos, según estudio dado a conocer y que fue auspiciado por 25 instituciones de Santiago, entre las que estaban ayuntamiento, la Gobernación Provincial, Medio Ambiente, el Consejo para el Desarrollo Estratégico de Santiago y Coraasan.
Otro que también ha opinado respecto al saneamiento del Yaque es el exdirector del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Silvio Carrasco, quien dijo que el problema de saneamiento y la canalización para evitar las inundaciones requiere una inversión de 50 millones de dólares, cifra que podría estar desactualizada, por el tiempo pasado desde que hizo la propuesta.
Iniciativas no han tenido continuidad
Los pocos esfuerzos que se han hecho para sanear cañadas se han caído por la falta de seguimiento o continuidad. Como ejemplo se puede citar el trabajo realizado en la gestión del alcalde Gilberto Serulle en Vuelta Larga, en la parte norte de la ciudad, donde además hizo un proyecto habitacional para alojar a parte de las familias. El proyecto no se concluyó.
ISABEL GUZMAN