LISBOA.- Con cuatro tantos en la primera media hora y cuatro más en los últimos 30 minutos, Bayern Múnich le endilgó este viernes al Barcelona la goleada más bochornosa en la era de Lionel Messi.
El conjunto alemán se impuso por un escandaloso 8-2 y se colocó en las semifinales de la Liga de Campeones por segunda vez en tres años.
El brasileño Philippe Coutinho anotó dos tantos ante el equipo que lo tiene cedido a préstamo, Thomas Müller consiguió también un doblete, mientras que Ivan Perisic y Serge Gnabry fueron cómplices anotadores de la paliza sorpresiva propinada por el Bayern, en el duelo de cuartos de final entre los únicos dos excampeones europeos que habían llegado a estas instancias en el presente certamen, alterado por el coronavirus.
Müller, Perisic y Gnabry consiguieron sus tanto en esa primera media hora que dejó el partido casi resuelto. Coutinho, Joshua Kimmich y Robert Lewandowski agravaron las penurias del Barça en el complemento.
“Es una derrota tremendamente dolorosa”, expresó el técnico Quique Setién. “Creo que son demasiados goles, es verdad que muchos de ellos los han merecido. El equipo se ha visto desbordado. Han tenido mucha eficacia. Habíamos empezado bien, pero la contundencia de este equipo en muchas facetas nos ha superado”.
Barcelona no había recibido ocho goles desde 1946. Maquilló apenas la humillación gracias a un autogol de David Alaba en el primer tiempo y a una diana del uruguayo Luis Suárez en el segundo. Pero el conjunto del argentino Messi jamás fue rival en el encuentro.
“Necesitamos un cambio drástico”, reconoció el zaguero barcelonista Gerard Piqué, quien presiente un cambio generacional en el conjunto. “Yo soy el primero, si hace falta sangre nueva, en hacerme a un lado”.
En busca de su primer título europeo desde 2013, Bayern enfrentará en el siguiente duelo al Manchester City o al Lyon, que se miden este sábado en el último cruce de cuartos de final.
“Ha sido brutal”, dijo el lateral del Bayern, Joshua Kimmich. “Es difícil comprender un 8-2 ante el Barcelona. Estuvimos muy concentrados desde el primer minuto. Queríamos ir al frente, con intención. Fue un resultado increíble al final, pero no hemos terminado todavía”.
París Saint-Germain y Leipzig disputarán la otra semifinal de este minitorneo realizado sin público en Lisboa y a un solo partido de eliminación directa como la alternativa ideada para completar la Champions en medio de la pandemia.
La caída estrepitosa marcó el final de una temporada de pesadilla para el Barcelona, que incluyó un cambio de técnico, así como disputas públicas entre jugadores y dirigentes. Desde 2008, el conjunto catalán no concluía una campaña sin un título importante.
Y el trofeo de la Liga de Campeones se le niega desde 2015.
“Un partido horrible, una sensación nefasta”, sentenció Piqué. “Vergüenza es la palabra. No se puede competir así, no se puede ir así por Europa. No es ni la primera, ni la segunda, ni la tercera vez, es muy duro. Espero que sirva de algo, el club necesita cambios”.
En cambio, el Bayern dio un mazazo que mantiene viva su lucha por un sexto cetro europeo, con lo que rebasaría al propio Barça. Había alcanzado las semifinales del torneo por última vez en 2018, cuando cayó ante el Real Madrid.
Ahora, lo logró con el marcador más abultado en su historia. Ningún equipo ha conseguido más triunfos sobre el Barcelona que el Bayern en la historia del certamen.
“Sabíamos que si los presionábamos tendríamos oportunidades”, explicó el técnico del conjunto alemán Hansi Flick. “Tenemos mucha calidad e intensidad en este equipo. Ahora necesitamos recargarnos y enfocarnos en el siguiente partido, donde volveremos a comenzar de cero”.
El monarca alemán fue eliminado el año pasado en los octavos de final por el Liverpool, que a la postre fue el campeón.
Desde 2007, no ocurría que ningún club español llegara a la ronda de los cuatro mejores.
La debacle eleva al máximo la presión sobre el técnico Quique Setién, quien soportaba ya una andanada de críticas después de que el Barcelona abdicó a la ventaja que disfrutaba en la liga —y al título— frente al Real Madrid, tras la reanudación de la campaña interrumpida por la pandemia.
“La credibilidad de un entrenador disminuye con una derrota de este calibre… Ahora es todo muy cercano como para pensar si voy a continuar o no”, dijo Setién. “Esto no depende de mí, esto hay que tener una reflexión como corresponde. Teniendo en cuenta la situación y la importancia que supone para muchas cosas y para el Barça esta derrota tan humillante.
El encuentro en el Estádio da Luz fue tan desigual que obligó a revisar los archivos históricos para encontrar las peores derrotas del conjunto blaugrana.
Recibió ocho goles en 1946, cuando cayó por 8-0 ante el Sevilla en la final de lo que ahora se conoce como Copa del Rey.
Fue el mayor margen de derrota desde 1951, cuando el Barcelona sucumbió por 6-0 ante el Espanyol en la liga.
AP