El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha condenado el tiroteo que ha tenido lugar este fin de semana en la ciudad estadounidense de Jacksonville (Florida) por parte de un individuo que mató a tres personas por motivos racistas.
«Aunque sigamos buscando respuestas, debemos decir con claridad y contundencia que la supremacía blanca no tiene cabida en Estados Unidos», ha declarado el presidente en un comunicado emitido por la Casa Blanca.
Biden ha indicado que los estadounidenses deben «negarse a vivir en un país en el que las familias negras que van a la tienda o los estudiantes negros que van a la escuela vivan con miedo a ser tiroteados por su color de piel»: «El odio no debe tener refugio segur. El silencio es complicidad y no debemos permanecer callados», ha agregado.
VICEPRESIDENTA «CON EL CORAZÓN ROTO»
Por su parte, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, se ha mostrado «con el corazón roto» por el tiroteo y ha manifestado que «estas tragedias deben terminar», por lo que ha renovado la petición de prohibir las armas de asalto.
«Al parecer, este acto fue impulsado por el racismo y el odio, llevado a cabo con un arma de guerra que nunca debería haber estado en las calles», ha aseverado la ‘número dos’ de la Administración Biden.
Las autoridades han identificado al atacante como Ryan Palmeter, un joven de 21 años de edad y sin antecedentes penales, que entró en una tienda de alimentos armado con un fusil de asalto AR-15, una pistola, un chaleco antibalas, máscara y guantes, matando a tres personas negras.
Como ya apuntara el sábado, el sheriff T.K. Waters ha reiterado en rueda de prensa que Palmeter perpetró la masacre «por motivos racistas porque odiaba a los negros, por decirlo de la manera más simple». El sheriff confirmó también el hallazgo de numerosos escritos racistas en la habitación de su domicilio en Orange Park, donde vivía con sus padres. «Es el diario de un loco», ha resumido el oficial.
EUROPA PRESS