¿Cambiará de era el billete verde? El presidente estadounidense, Joe Biden, lanzó este miércoles un proyecto que busca crear un «dólar digital», pero prometió prudencia ante los riesgos de esta innovación.
En un decreto, Biden pide al Departamento del Tesoro que le envíe en seis meses un informe sobre «el futuro de la moneda», que detalle las ventajas y desventajas de la creación eventual en Estados Unidos de una moneda digital por parte de la Reserva Federal (CBDC, central bank digital currency).
El presidente quiere detalles sobre las consecuencias de esta idea en el sistema financiero, en los sistemas de pago, en el crecimiento económico, las posibilidades de acceso para todos y la seguridad del país.
También pidió a la Fed que continúe investigando sobre el tema y estudie las etapas necesarias para un eventual lanzamiento del dólar digital.
Según la Casa Blanca, más de 100 países han lanzado monedas digitales o piensan en la posibilidad de hacerlo.
El auge mundial de las criptomonedas como el bitcóin, y el uso creciente de sistemas de pago digitales, suscitaron el interés de crear una moneda digital oficial.
De concretarse, esta idea podría revolucionar las finanzas mundiales, donde el dólar es amo y señor. Pero el proyecto encierra riesgos para la industria bancaria tradicional, la protección de la vida privada de los usuarios, el uso de esta moneda digital por criminales, y eventuales riesgos para la seguridad de los países, entre otros.
«Debemos ser muy, muy cuidadosos en nuestro análisis porque las implicaciones» en caso de adoptar el dólar digital «serían muy profundas para el país, cuya divisa es la principal moneda de reserva mundial», resaltó un alto funcionario de la Casa Blanca, bajo anonimato, durante una rueda de prensa.
La fuente aseguró además que los proyectos de moneda digital más adelantados en otros países o zonas monetarias «no amenazan» el dominio del dólar, que asegura a Estados Unidos un lugar privilegiado en las finanzas mundiales, pero es también una verdadera arma estratégica, como lo ilustran las sanciones adoptadas contra Rusia por la invasión a Ucrania.
– Monedas y billetes –
La moneda digital es el equivalente desmaterializado de monedas y billetes, que son respaldados por los bancos centrales. Por lo tanto, si la moneda digital es oficial, podría ser utilizada sin pasar por la intermediación de un banco, como es el caso de las monedas tradicionales. Los pagos digitales en tanto, utilizan intermediarios financieros actualmente.
Los Estados quieren evitar dejar el espacio a actores privados o a potencias extranjeras.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, destacó que sus equipos «evaluarán los riesgos potenciales de los activos digitales para la estabilidad financiera y determinarán si existen las protecciones necesarias» para avanzar.
Biden quiere poner orden ante la multiplicación de criptomonedas privadas, extremadamente volátiles y por naturaleza totalmente decentralizadas (fuera del control del los bancos centrales), la más conocida de ellas el bitcoin.
Un alto funcionario aseguró que la administración estadounidense «seguirá combatiendo fuertemente» todo uso de criptomonedas «para evitar sanciones estadounidenses y eso aplica también para Rusia», que enfrenta fuertes sanciones occidentales desde que invadió a Ucrania.
La misma fuente estimó sin embargo que en el caso de Rusia, no cree «que el uso de criptomonedas sea un medio viable para evadir las sanciones financieras» que buscan apartar al país de los circuitos mundiales.
La Casa Blanca resaltó que, según algunos estudios, alrededor de 16% de los adultos estadounidenses invirtieron en o usaron criptomonedas.
El consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, y el principal consejero económico del presidente, Brian Deese, destacaron en un comunicado conjunto que el sector privado debe implicarse para alentar «innovaciones responsables» en el mundo de los activos digitales.
Aseguraron además que Estados Unidos se compromete a «trabajar con sus aliados» en esta vía.
Aurélia End | AFP