El director del prestigioso Instituto Butantan, Dimas Covas, lamentó en una entrevista con Efe que el “movimiento negacionista” capitaneado por el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se haya fortalecido en un país duramente golpeado por la pandemia y que se aproxima al medio millón de muertos por covid-19.
“Nunca hubo una mortandad tan alta en Brasil y parece que las personas están jugando con esa realidad”, aseguró Covas, quien desde 2017 se encuentra al frente de este laboratorio convertido en referencia en Latinoamérica y que es responsable de la producción local de la Coronavac, la vacuna desarrollada por la china Sinovac.
El directivo recordó que, a diferencia de otros países, la tasa de transmisión en el gigante latinoamericano continúa en niveles elevados y alertó de que no es momento de bajar la guardia, pese a que Bolsonaro llegó a proponer el fin del uso de las mascarillas para aquellos que ya han sido vacunados o estado infectados por el virus.
“La pandemia está acelerando y por tanto en este momento tenemos que reforzar las medidas de restricción, el uso de máscaras, el distanciamiento social (…) No se puede comparar con ningún otro país que haya flexibilizado”, declaró.
COVAS CULPA AL GOBIERNO POR ATRASO EN VACUNACIÓN
El control de la crisis sanitaria en Brasil, dijo, dependerá ahora de la aceleración del proceso de vacunación, de cuyo atraso culpó tanto al Gobierno Bolsonaro, por la indefinición a la hora de cerrar contratos con las farmacéuticas, como al regulador Anvisa, por la demora en aprobar el uso de emergencia de la Coronavac.
“Si esos aspectos hubieran sido encarados como prioridad, Brasil podría haber sido uno de los primeros países del mundo en iniciar la vacunación”, sostuvo.
“La falta de vacunas tiene impacto en la progresión de muertes e ingresos hospitalarios. Cuanto más tiempo tardamos en vacunar a la población adulta, que es la prioritaria, más tiempo tardaremos en controlar el aspecto más nefasto de la pandemia: los muertos y la demanda del sistema hospitalario”, agregó.
El retraso en la producción de vacunas por parte del Butantan y de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), responsable de la fabricación a nivel local del antígeno de AstraZeneca, también responde a la escasez del IFA, una materia prima esencial para los inmunizantes y que es importada de China.
En ese sentido, Covas también apuntó el dedo hacia Bolsonaro, quien ha vertido diversas críticas contra el país asiático, y recalcó que sus declaraciones “perjudican” el suministro del componente.
“Obvio que perjudica, crea confusión, crea dificultades en la propia burocracia del Gobierno chino para liberar” el IFA, subrayó.
Hasta el momento, el 28 % de la población ha recibido por el momento las dos dosis de la vacuna, mientras que poco más del 11 % recibió la pauta completa en Brasil, el segundo país con más muertes por coronavirus, después de Estados Unidos, y el tercero en número de casos, tras EE.UU. e India.
No obstante, el principal ejecutivo del Butantan, instituto adscrito a la gobernación de Sao Paulo, confió en una aceleración del proceso de inmunización a partir del próximo mes, ya que entre julio y septiembre el Ejecutivo brasileño espera recibir 180 millones de vacunas, incluidos nuevos lotes de la Coronavac.
En total, el Butantan entregará 100 millones de dosis al Gobierno Federal y otras 30 millones al Gobierno de Sao Paulo. A partir de ahí, afirmó, el instituto “tendrá libertad” para atender a otros países, como Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia, con los que ya iniciaron los contactos.
Además de la Coronavac, el instituto está desarrollando la Butanvac, la primera vacuna contra la covid-19 producida cien por cien en el país suramericano y cuyas pruebas en humanos está previsto que comiencen este mes.