Brasilia (EFE).- El magistrado Flávio Dino respaldó este martes al juez Alexandre de Moraes, relator del juicio por golpismo contra Jair Bolsonaro, y sostuvo que el líder de la ultraderecha es culpable de conspirar contra el régimen democrático, lo que deja al expresidente brasileño más cerca de una condena.
Dino se pronunció en el mismo sentido que el relator, Alexandre de Moraes, y con eso la Primera Sala del Supremo suma dos votos de cinco votos posibles por la condenación de Bolsonaro y otros siete reos acusados de graves delitos contra el orden democrático y sus instituciones.
«Hubo violencia y grave amenaza», declaró Dino tras resumir la vorágine política en que se sumergió Brasil después de que Bolsonaro se negó a reconocer su derrota en las elecciones.
Por su parte, De Moraes consideró al líder ultraderechista culpable de haber intentado atentar contra el régimen democrático e instalar una «dictadura», tras ser derrotado en las urnas por el actual gobernante, Luiz Inácio Lula da Silva, lo cual aún se debatirá con los otros cuatro miembros del tribunal.
El relator no llegó a proponer penas, que podrían sumar unos 40 años de prisión y se discutirán en otras sesiones que la Primera Sala del Supremo tiene previsto realizar hasta el próximo viernes.
El juez recibió en su totalidad los cargos formulados por la Fiscalía General, que ha acusado a Bolsonaro y los otros reos de cinco delitos: intento de abolición violenta del Estado democrático de derecho, golpe de Estado, participación en organización criminal armada, daño cualificado y deterioro de patrimonio protegido.
Según la Fiscalía, la trama tenía como objetivo «perpetuar» a Bolsonaro en el poder tras los comicios de octubre de 2022, en los que aspiraba a la reelección aunque el progresista Lula lo derrotó.
UN GOLPE PREPARADO DESDE 2021
Durante unas cinco horas, Moraes hizo un pormenorizado relato de la durísima campaña que Bolsonaro emprendió en junio de 2021 con el fin de sembrar dudas en el sistema electoral y generar una corriente de opinión que alertaba sobre posibles fraudes en los comicios de 2022.
Citó decenas de declaraciones públicas del entonces presidente, que ya en esa época tildaba de «canallas» a los jueces y los acusaba de «sabotear» el proceso a fin de favorecer a Lula.
Aseguró que, de acuerdo a la investigación, esa campaña contra las instituciones estaba promovida en las redes sociales por lo que se conoció como «gabinete del odio», una estructura de difusión masiva de falsa información que funcionaba en el palacio presidencial.
Sobre el período postelectoral, enumeró decenas de documentos obtenidos por la investigación sobre reuniones en las que se tramaba un golpe y en las que incluso se discutió el borrador de un decreto que ordenaba «intervenir» el Poder Judicial y anular el resultado de los comicios.
El relator acusó a la supuesta «organización criminal» liderada por Bolsonaro de haber promovido bloqueos de carreteras, protestas y campamentos frente a los cuarteles del Ejército en los que se pedía a las Fuerzas Armadas que impidieran la investidura de Lula.
Recordó que, de uno de esos campamentos, instalado en Brasilia, partió la marcha que concluyó con el asalto a las sedes de los tres poderes del Estado del 8 de enero de 2023, una semana después de la toma de posesión de Lula.
«LÍDER DE UNA ORGANIZACIÓN CRIMINAL»
Según Moraes, todo está corroborado hasta por testigos de algunas defensas, que admitieron que los planes eran «coordinados» por el propio Bolsonaro, sobre quien afirmó que se constituyó en «líder de una verdadera organización criminal».
Bolsonaro ha recibido apoyo de otros líderes de la ultraderecha global, entre ellos el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha aplicado aranceles del 50 % a gran parte de los productos brasileños por un juicio que ha definido como una «caza de brujas» con uno de sus mayores aliados.
Además, EE.UU. ha aprobado sanciones económicas contra el juez De Moraes y otros siete de los once miembros de la Corte Suprema de Brasil.