Cae la popularidad de Bolsonaro en plena segunda ola de la pandemia en Brasil

La aprobación del presidente Jair Bolsonaro sufrió su peor caída en sus dos años de gestión, en momentos en que la segunda ola de la pandemia de coronavirus golpea con fuerza a Brasil, según un sondeo publicado este viernes.

Un 31% de brasileños considera que el mandatario ultraderechista hace un «buen» o «muy buen» trabajo, frente a un 37% en los sondeos tanto de  agosto como de diciembre pasado, cuando había alcanzado su máximo nivel de aprobación, precisó un estudio del Instituto Datafolha realizado entre el miércoles y el jueves.

Asimismo, el número de brasileños que considera «malo» o «pésimo» el gobierno de Bolsonaro subió de 32% a 40%, otro récord de alza que lo deja muy cerca de su peor valoración (44%) en junio pasado, señaló la encuesta realizada telefónicamente a 2,030 personas.

Las personas que consideran su gestión «regular» bajó de 29% en diciembre a 26%, dentro del margen de error de dos puntos porcentuales hacia arriba o hacia abajo.

La caída de popularidad de Bolsonaro, de 65 años, coincide con el fin de las ayudas económicas pagadas de abril a diciembre a 68 millones de brasileños (casi un tercio de la población) para enfrentar las consecuencias de la pandemia, que ya mató a 215,000 personas en el país, una cantidad superada solo por Estados Unidos.

En paralelo, el gobierno es blanco de duras críticas por errores de gestión ante la crisis sanitaria y por el retardo en la vacunación, que solo empezó esta semana y con problemas de organización.

Bolsonaro minimizó en varias ocasiones la gravedad del nuevo coronavirus, al que llegó a calificar  de «gripecita», cuestionó la eficacia de las vacunas y recomendó «tratamientos precoces» con medicamentos sin eficacia comprobada. También criticó las medidas de aislamiento social, por sus efectos económicos, y el uso de máscaras.

Según Datafolha, el índice de rechazo de Bolsonaro llega a 51% entre las personas que temen contagiarse con coronavirus.

La segunda ola de pandemia está dejando más de mil muertos por día en Brasil y causando estragos en Manaos, capital del estado de Amazonas, donde los hospitales ya no cuentan con camas para cuidados intensivos y decenas de personas murieron asfixiadas debido a una escasez de oxígeno.

Esa crisis, consideran expertos, también podría ser reflejo de una nueva variante del virus, más contagiosa, detectada en esa región del norte de Brasil.

AFP

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