POR JUAN TAVERAS HERNANDEZ.- Probablemente la gente no lo perciba, pero en el Estado dominicano se están produciendo cambios importantes, más rápido de lo que la sociedad lo esté asimilando. Tomará algún tiempo para que los hombres y mujeres de este país asuman, como cultura, el nacimiento de un nuevo Estado, basado en valores y principios que permitan una democracia más real y transparente, no una caricatura como la que hemos tenido durante muchos años.
El presidente Luís Abinader está empeñado en escribir su propia historia, en que su gobierno marque un antes y un después, procurando que no volvamos jamás al pasado bochornoso de un país sumergido en la corrupción, donde nadie -desde el poder- pagaba las consecuencias de sus actos porque un manto de impunidad los cubría.
La escogencia de un ministerio público sin ataduras partidarias, ni compromisos con grupos determinados, el nombramiento de jueces en las altas cortes, en la Junta Central Electoral, en la Cámara de Cuentas, en el Tribunal Superior Electoral, los defensores del pueblo; el nombramiento de personas idóneas profesional y moralmente en el departamento de ética, en Compra y Contrataciones, etc., son muestras de los avances institucionales de la nación.
Pronto tendremos una Policía Nacional moderna. En las Fuerzas Armadas por igual veremos cambios significativos. Conversé con el ministro Carlos Díaz Morfa al respecto. Pronto tendremos buenas nuevas en los cuerpos castrenses. El Departamento Nacional de Investigación (DNI) que dirige Luís Soto, pronto será transformado en un organismo profesionalizado para proteger y garantizar la seguridad nacional. En Medio Ambiente Orlando Jorge Mera hace su trabajo seriamente enfrentando a los depredadores de nuestros recursos naturales. En Agricultura el ministro Limber Cruz está haciendo un gran trabajo sembrando el país y garantizando el abastecimiento de los productos de consumo masivo, teniendo el apoyo, por supuesto, del Inespre, el banco Agrícola y el IAD y el CEA.
En el sector energético -tan importante para el desarrollo- ya sentimos los progresos. Los planes que ha informado tanto el ministro Antonio Almonte como el presidente del Consejo de las Edes, Andrés Estacio, son alaguemos.
En materia económica el país va bien, según las informaciones del Gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, que habla de un crecimiento de hasta un 7%. El Banco de Reservas, bajo la dirección de Samuel Pereira, se ha convertido en una institución al servicio de los sectores productivos y del gobierno, siendo saneado por completo y sacando la politiquería que tanto daño le hizo en el pasado reciente. El ministro de Obras Públicas, Deligne Ascensión, ha programado y está ejecutando obras importantes en todo el territorio nacional. Chu Vásquez, en Interior y Policía, ha producido cambios significativos, marcando una gran diferencia con su antecesor. El sector turismo se dinamiza velozmente contribuyendo a la recuperación de miles de empleos y de la economía. David Collado está haciendo su trabajo, al igual que Yayo Sanz Lovatón en Aduanas. Hay que decir que el sector salud ha sido el héroe durante la pandemia del coronavirus. Su trabajo ha sido sin duda encomiable.
De manera constante el presidente Abinader reitera su apego a los valores de honestidad y transparencia. Les advierte a los funcionarios que no tolerará actos de corrupción en su gobierno, que los castigará de la misma manera que apoya las acciones del ministerio público en las investigaciones de los desmanes del pasado. No es casual, pues, que organismos internacionales reconozcan hoy que el país avanza en materia de transparencia. Y seguirá avanzando. No tengo dudas.
Recientemente conversaba con el Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, Antoliano Peralta, sobre los proyectos de leyes que el presidente ha sometido ante el Congreso y los que tiene planes de presentar próximamente, todos en procura de fortalecer y de sanear el Estado como ha prometido, imponiendo además -y por primera vez- un régimen de consecuencias en todo el país, incluyendo el tránsito donde también se producirán cambios importantes.
El mandatario marcha rápido, el Congreso no tanto. Pienso que no es mala idea que la Consultoría Jurídica publique todos los proyectos de leyes, resoluciones y decretos del presidente para que el país se entere de todo cuando -sin hacer mucha bulla- se está haciendo desde el Palacio Nacional, que trasciende todo el Estado. Los cambios, amigos, son una realidad, aunque no nos estemos dando cuenta, aunque no lo percibamos en toda su magnitud.