Santiago. La vivienda familiar con valor patrimonial, donada hace 23 años por el expresidente Joaquín Balaguer al Arzobispado de Santiago y que en su momento sirvió como centro de formación para mujeres víctimas de la violencia, se encuentra en total abandono.
El día 17 de enero del año 1997, la casa ubicada en la calle Máximo Gómez fue restaurada y donada al Arzobispado de esta arquidiócesis, que a su vez la cedió a las hermanas Adoratrices y posteriormente sería manejada por Movilidad Humana, pero un fuego afectó la parte trasera de su estructura.
Desde entonces, apenas la Alcaldía colocó pintura en su parte frontal para acondicionar la vivienda marcada con el número 51.
En la actualidad, hojas de zinc están colocadas en la verja del frente, lo que impide ver el descuido. En la parte lateral del patio, está repleto de basura y maleza, que aparentemente fue dejada desde el pasado año cuando el siniestro afectó parte de la cocina y otras áreas.
En la tarja colocada en la pared frontal establece “que la residencia de la familia Balaguer Ricardo fue donada a la arquidiócesis de Santiago para uso de las hermanas Adoratrices y otros fines sociales en favor de la comunidad”.
En el mes de marzo del pasado año, la fundación Joaquín Balaguer se planteó colaborar económicamente y con personal técnico para el rescate de la vivienda donde vivió la familia Balaguer Ricardo afectada por un fuego que destruyó una parte de la casa de estilo victoriano.
En los primeros años de entrega de la casa a la Arquidiócesis de Santiago, las hermanas Adoratrices lo convirtieron en un centro de formación donde mujeres víctimas de violencia y madres solteras recibían solidaridad, educación y orientación.
En su momento acogió hasta 37 jóvenes que acudían tres veces por semana y que gracias a las escuelas radiofónicas se convirtieron luego en facilitadoras.
Tras el fuego, familiares del expresidente Balaguer plantearon la posibilidad de apoyo para el rescate.
MIGUEL PONCE