En el mismo centro de El Bronx, lugar donde reside la mayor comunidad dominicana y boricua en Nueva York, se encuentra el Chocobar Cortés, un concepto que eleva la tradición y la historia de Cortés Hermanos y el Chocolate Embajador, una empresa familiar con más de 90 años, y cuya pasión por las artes y el chocolate se ha transmitido de generación en generación.
Visitamos el restaurante que fue inaugurado recientemente, donde su fundador, Carlos Cortés, conversó sobre los orígenes de la marca, las especialidades y cómo pueden combinar el chocolate en cada uno de sus platillos, incluso en el mangú.
La experiencia, de inicio a fin, funciona para que quienes lo visiten se conecten con sus raíces: desde el olor hasta la música, el concepto, los colores, las bebidas y los platillos. Justamente Carlos narra que el concepto nació para ofrecer a los comensales una experiencia para compartir con sus seres queridos.
“Esto es justamente lo que hacen con el chocolate en sus casas: compartir. La gente que se crió con nuestra marca llega, se toma su primer sorbo de chocolate y dice que se transporta a su niñez, que le recuerda a su abuela, a su mamá, hay gente que ha venido llorando porque le ha traído recuerdos bonitos de su familia, algunos dicen que cuando entran aquí sienten que están en el Caribe, o sienten que están en su casa, también muchos han dicho que se sienten orgullosos y representados porque necesitaban un espacio como este que los llevara a sus raíces”, dijo Carlos en conversación con Diario Libre.
Así nació el chocobar
El concepto del chocobar nació de una idea de los padres de Carlos. Describe a su madre como una “emprendedora frustrada”, que siempre visualizaba crear un espacio donde la gente pudiera tener una experiencia con la marca de chocolate, y “ella estudió muchos de los conceptos de chocolates que habían”, dijo Carlos.
Aseguró que, siendo Nueva York la ciudad donde viven más dominicanos y puertorriqueños, hacía falta un concepto que pudiera brindarle a la comunidad una experiencia con una marca como Cortés y chocolate Embajador, con la que han crecido y se identifican.
Como somos una empresa puertorriqueña y dominicana, pues queríamos venir aquí a El Bronx, donde una de cada dos personas es puertorriqueña o dominicana, y para nosotros era importante ir a donde estaba la gente que siempre nos ha apoyado, nuestra comunidad. Esa fue la razón principal”, dijo.
“Pero también es un área que se está desarrollando y creo que hay mucha oportunidad aquí. Creo que también es importante el mensaje de llegar a esta área, que está cambiando, para decir que nosotros los boricuas y los dominicanos podemos ser parte del cambio. Ese es el mensaje principal para nuestra gente y nuestras empresas”, continuó Carlos.
Los platillos
El chocobar, ubicado en el sur de El Bronx, tiene diferentes especialidades, como ya habíamos mencionado, todo a base de chocolate. Uno de los platos más solicitados es el “Estrellado de mangú con chistorras”, hecho con un aceite de chocolate. También se encuentra el “Grilled Cheese con chocolate”, las “Chalupitas de mofongo”, y la “Chocoburger”.
El primer chocobar está ubicado en Puerto Rico, y esperan más adelante poder abrir uno en República Dominicana.
KAREN VERAS