Santiago. En las barriadas que integran el sector Cienfuegos, en el distrito municipal Santiago Oeste, los enfrentamientos a tiros entre bandas rivales y los disparos al aire mantienen intranquilos a sus moradores.
De acuerdo a moradores de barriadas como Las Colinas, La Piña y Santa Lucía, la ausencia de agentes policiales impide que puedan hacer cumplir el toque de queda y por el contrario en horas nocturnas Cienfuegos es un solo campo de tiros.
“En horas de la noche, es casi imposible ver a un policía por aquí, mientras los desaprensivos se dedican a hacer disparos de escopetas, de pistolas. En ocasiones han impactado los techos de zinc de varias viviendas”, dijo el comerciante José Cabrera, propietario de un colmado en el sector La Colina y quien ante la inseguridad, decidió colocar rejas de hierro en el mostrador de su negocio.
Las balaceras ocurren con mayor frecuencia durante los fines de semana en el horario de toque de queda. En los lugares que cuentan con cámaras de vigilancia, algunos desaprensivos se dan a la tarea de intentar destruirlas a pedradas. La semana pasada, el pastor Pablo Ureña, quien dirige el Programa Niños con una Esperanza en la comunidad de Santa Lucía, denunció que los disparos al aire impactaron la vivienda de una mujer en ese sector.
“Gatillos alegres se toman las calles de Santa Lucía disparando y haciendo ruidos desesperantes. Los moradores están aterrorizados y piden a las autoridades que paren este desenfreno antes que pase una desgracia”, expresó Ureña. Indicó que las madres de familias están desesperadas al notar la ausencia de agentes policiales por las barriadas más afectadas, al momento que se escenifican estos tiroteos. A estas denuncias también agregan la cantidad de robos y atracos.
Desde sacerdotes católicos hasta pastores evangélicos y representantes de juntas de vecinos consideran urgente reforzar el patrullaje y equipar a los agentes para que puedan enfrentar estas situaciones.
MIGUEL PONCE