Una embarcación con más de 800 haitianos que buscaban llegar a Estados Unidos recaló la víspera en una localidad del centro de Cuba, donde los migrantes dijeron que habían pedido ayuda con señales de luces por estar a la deriva tras el abandono de su capitán.
Fueron llevados a un centro de acogida temporal, constató The Associated Press el miércoles.
“Teníamos dos meses en Isla Tortuga esperando el viaje hasta que el sábado pasado a las cinco de la mañana en una yola (una pequeña embarcación) nos llevaron al barco”, dijo a The Associated Press Joyce Paul, de 19 años y una de las personas que llegó en la nave atestada de compatriotas, entre ellos, niños lactantes y embarazadas.
En esas jornadas “hubo 15 personas que se tiraron al mar porque no aguantaban el hambre. Había un arenque para (cada) 15 y nos daban agua”, narró Paul, quien viajó junto a un tío, su esposa y un bebé a un costo de 4.000 dólares por persona.
Viajaban 842 personas entre ellos 70 niños y 97 mujeres -dos embarazadas-, indicó el periodista Máximo Luz, de la emisora oficial Telecubanacán en su portal de Facebook.
Según el relato de esta familia, el capitán del barco los abandonó en la madrugada del martes. Cuando se fue, se llevó los teléfonos de todos en otra pequeña embarcación y los dejó a bordo sin piloto. En paralelo, la nave comenzó a ladearse. Mediante señales de luces con una linterna, los migrantes lograron llamar la atención de los pobladores de la costa cubana.
El arribo se produjo el martes por un punto llamado Villa Blanca, en las inmediaciones de la localidad de Caibarién -unos 300 kilómetros al este de La Habana- en la provincia de Villa Clara con la participación de unidades de guardia frontera y rescatistas.
Los migrantes “pretendían llegar por vía irregular a los Estados Unidos” aunque, explicó Luz, “las condiciones adversas de navegación” los trajeron a Cuba, donde “solicitaron la ayuda de las tropas guarda frontera”.
No hubo una versión oficial de los detalles de lo ocurrido.
El portal oficial Cubadebate mostró imágenes de una embarcación gris de mediano calado y atestada de personas en las inmediaciones de la costa antes de ser evacuada. En otras fotografías se ve la labor de los rescatistas y militares que apoyaron la llegada a tierra de los haitianos y luego a los migrantes en una fila recibiendo cubrebocas.
Posteriormente fueron llevados al centro de acogida temporal. El lugar, a un kilómetro de la playa, consta de pequeñas cabañas de cemento con techo de tejas y paredes pintadas de colores. El miércoles por la tarde algunos haitianos allí practicaban futbol o juegos de mesa.
Aunque no es inusual que migrantes haitianos que viajan hacia el norte terminen en Cuba debido a los vientos y las corrientes marinas, nunca se había reportado un grupo tan numeroso.
Miguel Ángel Fernández, jefe de la Cruz Roja en la provincia de Villa Clara indicó que los 842 haitianos habían recibido atención médica y primeros auxilios. “Ellos se encuentran en cuarentena”, dijo a la AP, y añadió que estarán en esas condiciones entre 72 horas y cinco días.
Por su parte, Arletys Ramos, una directiva de epidemiología municipal, indicó que los haitianos son monitoreados con relación a enfermedades como COVID-19, paludismo y cólera y aunque nadie está grave, se tuvo que intervenir para controlar a algunos deshidratados y otros con afectaciones en la piel.
Se espera que estos 842 migrantes sean regresados a Haití en virtud de los acuerdos existentes entre ese país y La Habana, indicó Cubadebate.
Una economía que se desmorona y el aumento en la violencia relacionada con las pandillas y los secuestros en Haití llevaron a miles a huir del país el año pasado y según las autoridades estadounidenses el número de detenidos en y alrededor de las jurisdicciones estadounidenses en el Caribe se ha duplicado.
“Hay mucha inseguridad, hay Dios mío”, comentó Paul cuando se le preguntó el motivo por el cual había salido de Puerto Príncipe para ir a Tortuga para comenzar esta travesía. Según el hombre, sus dos hermanas fueron asesinadas por bandas.
El martes la Guardia Costera de Estados Unidos dijo que detuvo a un carguero que transportaba a unos 153 migrantes haitianos cerca de los Cayos de Florida. A principios de este mes esa fuerza halló a 36 personas de esa nacionalidad y encontró 11 muertos, todas mujeres, luego de que un bote volcara al noroeste de Puerto Rico.
El rescate se produjo pocos días después de que otros 68 migrantes fueran rescatados en aguas traicioneras entre Puerto Rico y República Dominicana, que comparten la isla La Española con Haití.
En abril la Guardia Costera vio a más de 130 migrantes haitianos a bordo de un barco cerca de las Bahamas y un mes antes otros 140 migrantes desembarcaron en los Cayos.
Las tripulaciones de la Guardia Costera han interceptado a unos 4.500 haitianos desde octubre del año pasado. Muchos intentaban desembarcar en los Cayos en embarcaciones sobrecargadas. Se han encontrado más de 3.000 de esos migrantes desde mediados de marzo, lo que indica que el ritmo se ha acelerado en la primavera boreal.
En febrero, un grupo de 292 haitianos había llegado a la provincia cubana de Ciego de Ávila.
AP