POR VINICIO CASTILLO SEMAN.- No hay duda de que la lucha nacionalista y patriótica está en auge en RD. La movilización del pueblo está en marcha como una respuesta legítima frente a los peligros que el colapso sin precedentes de Haití y el éxodo de su población hacia acá representan para República Dominicana (RD).
Cada día es más clara la estrategia de la Comunidad Internacional frente a Haití, que coincide con el de las bandas criminales que gobiernan su territorio: Forzar el éxodo masivo a RD, aprovechando la debilidad de sus políticas que por décadas le han estado dando sus hospitales, escuelas, empleos, a los ilegales haitianos sin documentos.
Si bien es cierto que es un proceso de muchos años, no menos cierto es que lo que ocurre hoy no tiene precedentes. Ha llegado una hora de definición. Los haitianos quieren ocupar con su población a RD con apoyo internacional y está por verse si se lo vamos a permitir o no.
Los miopes grupos oligárquicos no se dan cuenta que con sus presiones en pos de mano de obra barata, están llevando al país a una radicalización de la lucha por la supervivencia de RD. Cada día más sectores se sumarán a la lucha por defender nuestro país. Si el gobierno no actúa, lo hará el indómito y bravo que ya empieza a salir de su letargo anestésico de años.
A mi amigo el presidente Abinader, a quien apoyé en las pasadas elecciones, le digo públicamente el poder es una sombra pasajera. 3 años que faltan para terminar su segundo mandato pasarán, pero lo que quedará en la memoria del pueblo en el futuro es lo que haya o no hecho para defender esta nación en una hora crítica como la actual.
Mi deseo sincero es que deje un legado histórico más allá de los discursos, con acciones contundentes que detengan y revierta la invasión haitiana.
El que le propone al Presidente en una coyuntura histórica como la actual, que ordene un nuevo plan de regularización de cientos de miles de haitianos, no es su amigo ni aliado, porque sería echarle al pueblo dominicano en contra, que radicalmente se opondría a tal despropósito.
Sigo confiando en mi amigo Luis, hoy Presidente, el hijo de Don Rafael, por cuya memoria sé que está comprometido a honrarle defendiendo esta nación con firmeza y patriotismo. ¡Eche pa´lante Presidente! El pueblo espera acción.