La ministra de Transporte de Colombia, Ángela María Orozco, informó el miércoles que los vuelos internacionales seguirán restringidos en el país al menos hasta el 31 de agosto debido a la pandemia del coronavirus.
Las fronteras terrestres también permanecerán cerradas, agregó, y todo el transporte nacional seguirá en pausa hasta nueva orden. El presidente Iván Duque informó la víspera que el estado de emergencia se extendería hasta esa fecha.
Hasta el miércoles se habían realizado 42 vuelos humanitarios, en los cuales han regresado 5.200 colombianos desde diferentes partes del mundo.
El ministerio de Salud reporta al menos 17.687 contagios, 630 fallecidos y 4.256 recuperados de la enfermedad COVID-19.
Por su parte, Chile alcanzó por segundo día consecutivo un récord de nuevos contagiados y muertos, con 4.038 y 35, respectivamente, acumulando 53.617 infectados y 544 fallecidos. La mayoría de los enfermos están concentrados en el gran Santiago, que mantiene ocupadas el 94% de sus camas de terapia intensiva.
En un desesperado intento por disminuir y retrasar los nuevos casos, la autoridad prorrogó hasta el 29 de mayo la cuarentena total en las 32 comunas de la capital chilena y en otras seis aledañas, que rige hace cuatro días, y cuya efectividad no se conocerá antes de fin de mes.
Se decretó también una cuarentena obligatoria para la sureña localidad rural de Lonquimay, que tiene “un brote preocupante”, y cuyos habitantes deben recorrer un estrecho túnel de 4.528 metros de largo en la cordillera y centenares de kilómetros para acercarse a centros poblados.
“Hay una gran concentración de pueblos originarios que tenemos que proteger y cuidarse”, dijo el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
El subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, precisó que el miércoles había 390 ventiladores mecánicos disponibles en el país, y que ya se están usando máquinas de anestesia y ventiladores pediátricos en adultos para los enfermos más graves. A diario son más los intubados que los pacientes a los que se los retiran.
Chile dispone de unos 2.000 ventiladores e igual número de camas de terapia intensiva, las cuales aumentarán a unas 2.600 en junio. Zúñiga reiteró la orden al sistema privado de salud de incrementar esta semana en un 20% las camas de cuidados intensivos, y de duplicarlas a mediados de junio.
Entretanto, el presidente venezolano Nicolás Maduro acusó a su homólogo colombiano Duque de dar la supuesta orden de hacer “todo lo que se pueda” para que entren venezolanos a su país desde Colombia sin el debido control, muchos de ellos por la desolada frontera binacional, para que “contaminen a toda Venezuela”
Las autoridades venezolanas reportaron el miércoles 75 nuevos casos de COVID-19 — 66 de ellos de venezolanos que llegaron procedentes de Colombia y uno de Brasil– para un total de 814. En el país han fallecido 10 personas.
La incursión armada de desertores y mercenarios el 3 de mayo, que según las autoridades venezolanas se entrenaron en territorio colombiano con el supuesto apoyo del gobierno de Bogotá, aumentó las fricciones entre los gobiernos de Venezuela y Colombia.
Por su parte, México sumó 424 nuevos fallecidos el miércoles, el mayor número de decesos en un día en el país debido a la epidemia, con lo que los muertos confirmados por COVID superaron la barrera de los 6.000 mientras los contagiados rebasaban los 56.500.
Pero pese a estos datos, el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell dijo que no se puede estar en “un estado de reducción” como el actual de manera eterna y por eso se habla en estos días de los planes de reactivación de la economía.
De todas formas advirtió: “No debemos perder de vista que esto (la salud) estará cuidado en cada minuto”, y dijo tener “absoluta empatía” con quienes tienen familiares enfermos y con el personal de salud, que viven la realidad más dura ahora.
Por la noche, el gobierno adelantó algunas líneas del plan para relanzar el sector turístico, una de las principales fuentes de ingresos del país, generadora del 8,7% del PIB, con más de 45 millones de turistas internacionales en 2019 cuya derrama económica fue superior a los 24.500 millones de dólares. Miguel Torruco, secretario de Turismo, dijo que el plan se debatió horas antes con diez gobernadores de los estados que reúnen más del 50% del PIB turístico del país.
Entre las decisiones principales, adelantó que ya no se cancelarán los fines de semana largos —a los que se llama “puentes” y que el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que quería eliminar— porque son adecuados para promover el turismo nacional, uno de los objetivos actuales de las autoridades.
“Vamos a viajar por nuestro país, viajemos por nuestro territorio y en cada viaje compremos una artesanía”, dijo Torruco.
Además de campañas para promocionar esta idea, se tendrán que implementar distintos protocolos sanitarios que van desde nuevos hábitos de limpieza y mantener la sana distancia en los hoteles, establecer más orden al abordar los medios de transporte o cuidar la seguridad en las playas y en los restaurantes con medidas sanitarias añadidas.
Asimismo, López-Gatell recordó que, en un principio, la reapertura sólo podrá llevarse a cabo en aquellos lugares donde el pico de contagios esté descendiendo, y mencionó como ejemplo la ciudad de Cancún en el Caribe.
En Guatemala, el ministro de Salud Hugo Monroy informó en un mensaje a la nación que los casos positivos de COVID-19 en el país son 2.220, más 45 fallecidos. De las personas que se infectaron dos más murieron por otras causas, dijo.
El funcionario indicó que se están realizando pruebas de rastreo, en varios puntos del país, con la intención de detener los contagios.
Guatemala sostiene que tiene sólo dos casos de infecciones comunitarias en el país: uno en una maquila donde 44 trabajadores han resultado positivos, y otro en el que más de 60 agentes policiales se han contagiado.
En América Latina se han registrado a la fecha más de 508.000 contagios y más de 32.000 muertos, con Brasil con la mayor cantidad de infecciones y decesos.
A nivel mundial se han infectado más de 4,9 millones de personas y muerto más de 327.000, según el Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins, que basa sus datos en los informes de los gobiernos y las autoridades de salud de cada país.
En la mayoría de la gente este virus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. Pero en algunas personas, sobre todo los adultos mayores y quienes padecen trastornos de salud subyacentes, puede causar enfermedades más graves e incluso la muerte.
AP