SANTO DOMINGO.- La tragedia del Jet Set ya suma 226 muertes enlutando decenas de familias que vieron apagarse la luz de sus seres queridos con el desplome del techo del Jet Set, mientras el merenguero Rubby Pérez animaba lo que debía ser un tradicional lunes bailable.
Esta tragedia ha sumido a toda la sociedad en un duelo por la pérdida irreparable de madres, padres, hijos, hermanos, tíos, sobrinos, abuelos, amigos y conocidos en emblemático centro nocturno.
Ante esta situación lo más importante es hacerse consciente de las emociones y cómo esta tragedia impacta de manera particular el diario vivir de cada quien, a fin de sobrellevar el duelo.
El psicólogo Amaury Ramírez señaló que además de esta autorreflexión y comprender las emociones, es importante dialogar con otras personas y buscar ayuda de un profesional, en caso de ser necesario.
“Desde esa autorreflexión, dialogar con otras personas, buscar ayuda en caso de ser necesario, pero tiene que comenzar con una reflexión de nuestro sistema emocional”, señaló en conversación con periodistas de Listín Diario.
Otra herramienta útil para superar el estrés es cultivar la esperanza y no quedarse estancados en la tragedia, sino mirar con esperanza el futuro y ser empáticos con aquellos que hayan perdido un ser querido en el fatídico suceso.
Otro de los aspectos señalados por el especialistas es volver a la rutina, si bien no volverá a la normalidad de sus actividades, reintegrarse a la rutina cotidiana en medio de la tragedia puede resultar positivo en este proceso de adaptación.
Sobrevivientes
En el caso de los sobrevivientes, es importante que los familiares lo acompañen a reinsertarse en la sociedad llevando una dieta saludable, hábitos de sueño favorables, conversar sobre planes futuros y salir a caminar.
A pesar de que los sobrevivientes deben externalizar lo vivido durante la tragedia, el psicólogo señala que es importante colocar a los sobrevivientes en otro contexto, para ayudarlos a superar el trauma.
“Tener tiempo de vacaciones, tomar tiempo para disfrutar en familia, para hacer algunas actividades al aire libre y también para disfrutar de la cotidianidad de la vida en las personas sobreviviente”, señaló el expresidente del Colegio Dominicano de Psicólogos (Codopsi).
En el vocabulario recomienda evitar frases como “sé fuerte”, “eres valiente”, dejando que la persona trabaje su emocionalidad y se exprese.
Niños menores de 10 años
Para los niños menores de 10 años que hayan perdido un ser significativos en su vida o crecimiento, como uno de sus padres, el psicólogo recomienda realizar un cuento alusivo al tema y luego realizarle preguntas, que ayuden a ver su entendimiento de la muerte a la hora de comunicarle el fallecimiento.
Es importante que en el cuento que se le realice al infante se le hable sobre el término “muerte” y no se utilicen otras expresiones, para que en el niño quede claro lo que sucedió con su madre o padre.
En la narrativa de la historia debe incluir la cantidad de personas que integran la familia, las emociones que pueden sentir sus miembros con la perdida y un futuro esperanzador, donde quede claro para el niño, que seguirá teniendo a la figura que se mantiene con vida y con actividades cotidianas como las que realizaba hasta antes del fallecimiento
Luego de finalizada la historia, Ramírez sugiere preguntas como «¿qué sucedió con la mamá/papá?, ¿qué pasa cuando alguien muere?, ¿cómo se sentían los hijos al saber que su papá/mamá murió?, ¿dónde está papá/mamá cuando muere?».
De igual forma dice que a los menores debe quedarle claro que su padre o madre falleció y no volverá, por lo que de ahora en adelante se le recordará con fotos y que esa persona no quería irse, sin embargo, su tiempo de vida culminó.
La comunicación de la noticia debe ser compartida al menor por una persona cercana o por un profesional de la conducta, si así se requiere.
“Se debe tener en cuenta que los niños seguirán siendo niños, dejarlos vivir su inocencia y tomar medidas para garantizar que el duelo adulto no afecte su dinámica de desarrollo. Si se observan cambios bruscos en el estado de ánimo del niño o conductas que pongan en riesgo al mismo es recomendable buscar ayuda profesional”, explicó.
MELANIE CUEVAS