Europa es el principal foco de difusión del coronavirus, lo que ha llevado a varios de sus países, como Francia, Portugal y el Reino Unido, a adoptar medidas extremas en forma de confinamientos, mientras las cifras de contagios y muertos no se detienen.
El «premier» británico, Boris Johnson, anunció la pasada noche un confinamiento nacional para Inglaterra de un mes de duración, desde el próximo jueves hasta el 2 de diciembre, a causa de los alarmantes datos de la pandemia.
Esta medida, que pone fin a la estrategia de restricciones locales por la que había apostado el Gobierno conservador británico, supondrá el cierre obligado de los comercios y negocios no esenciales, así como de toda la hostelería, aunque escuelas y universidades seguirán abiertas.
El anuncio de Johnson llegó el mismo día en que el Reino Unido superó el millón de casos confirmados en laboratorio desde que estalló la pandemia, con 21.915 nuevos positivos en las últimas 24 horas que elevan el total a 1.011.660.
Y este domingo el ministro de Gabinete, Michael Gove, aseguró que el Ejecutivo británico podría prolongar el confinamiento de un mes si los datos sobre la tasa de infección no mejoran
El Gobierno británico se ha unido así a otros, como el francés, el portugués, el austriaco y el irlandés, que han apostado por los confinamientos, aunque más leves que en marzo, para afrontar el aumento de contagios y muertes por covid-19.
También a última hora del sábado el Gobierno portugués anunció que, desde el martes y durante dos semanas, confinará al 70 % de su población, pero no cerrará escuelas, establecimientos comerciales ni restaurantes.
Las restricciones se aplicarán a los municipios con más de 240 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, lo que alcanza a 121 localidades, entre ellas Lisboa y Oporto.
Los 7,1 millones de ciudadanos que residen en estos municipios, de un país de poco más de diez millones de habitantes, sólo deberán salir de casa para actividades imprescindibles, como trabajar, ir a centros escolares, hacer compras, dar asistencia a personas mayores o hacer ejercicio al aire libre.
No obstante, los establecimientos comerciales y los restaurantes permanecerán abiertos, aunque deberán cerrar como máximo a las 22.00 y las 22.30 horas, respectivamente.
En Alemania las restricciones para hacer frente a la pandemia del coronavirus costarán a la economía cerca de 19.000 millones de euros y aproximadamente 600.000 empleos, según cálculos de institutos de estudios económicos difundidos hoy.
La hotelería y la gastronomía serán los sectores más afectados con la baja en la facturación de 5.800 millones de euros, debido al cierre de bares y restaurantes que entrará en vigor mañana lunes.
Las autoridades sanitarias registraron en las últimas 24 horas 14.177 nuevos contagios de coronavirus. Desde el comienzo de la pandemia ha habido en Alemania 532.930 casos confirmados, 10.481 personas han muerto y se estima que 355.900 han superado la enfermedad. Los casos activos se calculan en 162.062.
Por su parte, Rusia registró hoy un nuevo récord de contagios diarios de coronavirus, tras alcanzar la cifra de 18.665 casos detectados en 85 regiones del país, con lo que mantiene la tendencia al alza de nuevas infecciones. Desde el inicio de la pandemia, en Rusia se han diagnosticado 1,636 millones de casos y han muerto 28.235 pacientes.
Pese al gran repunte de la epidemia en las últimas semanas, en las que casi se triplicado los contagios diarios, las autoridades de Rusia no planean la adopción de medidas drásticas como el confinamiento, un toque de queda o la paralización de sectores económicos. Se recomienda a los mayores de 65 años y enfermos crónicos permanecer en sus domicilios y salir a la calle solo en caso de absoluta necesidad. También es obligatorio el uso de mascarillas lugares públicos.
Rusia es a día de hoy el cuarto país del mundo en número de positivos por coronavirus después de Estados Unidos, la India y Brasil.
En España la noticia fueron los incidentes que se desarrollaron en varias ciudades del país durante la noche pasada. Unas sesenta personas fueron detenidas en esas protestas contra las restricciones adoptadas para frenar los contagios por coronavirus.
Madrid fue uno de los lugares en los que las protestas degeneraron en disturbios y enfrentamientos violentos contra las fuerzas de seguridad.
Las protestas comenzaron ya el pasado viernes, coincidiendo con la entrada en vigor en la mayoría de las regiones españolas de las limitaciones destinadas a evitar los desplazamientos y las reuniones sociales con motivo del festivo de Todos los Santos, que afectan al 87 % de la población, y continuaron el sábado, extendiéndose a más localidades.
Según los datos del viernes del Ministerio de Sanidad, que no ofrece información durante el fin de semana, España acumula ya 1.185.678 de afectados por la COVID-19 y 35.878 fallecidos desde el inicio de la pandemia.
Mientras tanto, en Moldavia unos 3,28 millones de personas están convocadas a las urnas para unas elecciones presidenciales que se desarrollan en algo más de 2.000 centros de votación.
El socialista Igor Dodon es el favorito, pero las autoridades electorales han expresado su temor a que la pandemia del coronavirus afecte a la participación en los comicios, que podrían ser declarados no válidos si acude a las urnas menos de un tercio de los votantes.
EFE