Puerto Plata. La conversión de un modelo de negocio de ofertas de habitaciones de hoteles a la construcción de proyectos inmobiliarios ha desplomado con los años el empleo del turismo en la provincia de Puerto Plata.
Un botón de muestra es el complejo Playa Dorada, que de contar con 3,500 habitaciones ha ido reduciendo enormemente su propuesta hotelera, para dar paso a la construcción de edificios de apartamentos o villas que funcionan como proyectos habitacionales.
Para César José de los Santos, presidente de la Asociación de Propietarios de Hoteles, Condominios y Turismo de Playa Dorada, el modelo hotelero-inmobiliario híbrido se viene desarrollando de manera exitosa y sostenible en Puerto Plata, Sosúa y Cabarete.
Dijo que muchos propietarios de hoteles decidieron cambiar el plan de negocios, ante la caída que había experimentado el turismo de hoteles.
Los terrenos de Playa Dorada, que en su momento pertenecieron al Banco Central, fueron adquiridos con el tiempo por los hoteleros para esos fines.
“Muchos hoteleros, al ver cómo había caído la afluencia, decidieron como todo empresario buscar una solución y comenzaron a construir proyectos habitacionales”, dijo de los Santos.
Sectores afectados
Para el presidente del Sindicato de Choferes de Puertos Aéreos y Marítimos (Sichopayma), Félix D’Aza, este modelo de negocios de pasar a proyectos inmobiliarios, ha provocado la pérdida de 13 mil de los 14 mil empleos que asegura existían en dicho complejo hotelero.
Sin embargo, César José de los Santos asegura que ni en el mejor momento de esplendor llegó a esa cifra de empleos. Establece que cada habitación genera 1.5 empleos. Es decir, que en el mejor momento pudo llegar a cinco mil puestos de trabajo.
Féliz de Aza indica que tanto San Felipe de Puerto Plata, donde está ubicado el proyecto Playa Dorada, así como en el municipio Sosúa y el distrito municipal Cabarete, se están tomando terrenos verdes como parte del desarrollo inmobiliario que se registra en dichas comunidades.
“Es asombroso lo que está pasando porque no se trata de construcción de hoteles, sino de lo que se trata es de una inmensa cantidad de villas y edificios de apartamentos que se venden como pan caliente y están repletos de turistas, lo que ha permitido desarrollar su economía y todo un mundo atractivo para inversores”, apunta de Aza, quien califica esa situación de alarmante.
Esquema obedece a baja situación hotelera
César José de los Santos recuerda que el Estado dominicano no tiene ya ni un metro cuadrado en Playa Dorada, debido a que todas las áreas sociales comunes de las que era propietario el Banco Central, fueron vendidas al sector privado. El empresario del turismo expresa que no es suficiente con pedir con que se retorne al modelo hotelero y se descontinúe el esquema inmobiliario, pues cada quien debe hacer lo que convengan sus intereses.
MIGUEL PONCE