SANTO DOMINGO.- En el juicio de fondo de los acusados de corrupción en el caso Coral, el mayor del Ejército, Raúl Alejandro Girón, habló del “modus operandi”, que utilizaban los imputados en instituciones castrenses, de donde supuestamente desviaron más de RD$4,500 millones.
Durante su intervención, Girón aseguró que solo en el Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur), más de diez mil personas cobraron por nómina con el compromiso de devolver el dinero a los superiores.
El militar sostuvo que las cabezas recolectoras, quienes se encargaban de recoger el dinero, inclusive, llegaron a cuestionar al coronel Rafael Núñez de Aza, el supuesto cerebro financiero del entramado, sobre el destino final de esos fondos.
Girón explicó que esas cabezas recolectoras observaban cómo el exjefe del Cuerpo de Seguridad Presidencial (Cusep), mayor general Adán Cáceres, y el exdirector del Cestur, general Juan Carlos Torres Robiou, “iban a retirar lo suyo”, en referencia a los montos que iban a recoger en bultos y sobres manila, tras la devolución de los pagos.
El acusado detalló que no era necesario un sistema sofisticado de informática para extraer el dinero de las nóminas; bastaba con tener comprados a todos los involucrados en el proceso.
Según Girón, se sobornaba a personal de las Unidades de Auditoría Interna (UAI) de la Contraloría General de la República, al departamento de Auditoría de la Policía Nacional, a la Dirección General de Presupuesto y a todos los encargados de manejar los presupuestos del Cestur.
Girón señaló que la entonces auditora de la Policía Nacional, bajo órdenes del coronel Núñez de Aza, también estaba en nómina y debía devolver el dinero que cobraba, motivada únicamente por el beneficio de la pensión.
“El atractivo del especialismo era lo que los miembros de la Policía Nacional buscaban”, añadió.
Acusa al general Adán Cáceres
El mayor general Adán Cáceres, exjefe de Cusep, estaba involucrado en un 30%-40% de las ganancias obtenidas por los superiores en Cestur, según Girón.
Además, afirmó que se incluía personal ficticio en la nómina y se inflaba el presupuesto para obtener fondos adicionales y aumentar las ganancias ilícitas. “Los sobornos llegaban a todos los niveles de la cadena de mando, quienes se hacían de la vista gorda”, señaló.
Dijo que en Cestur se fabricaron sellos gomígrafos falsos para simular la existencia de ciertos cargos.
Acusación del Ministerio Público en el caso Coral
La acusación del Ministerio Público detalla que los imputados del caso Coral, se desviaron de sus responsabilidades institucionales en el Cuerpo de Seguridad Presidencial (Cusep) y en el Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur) para sustraer dinero de los fondos de inteligencia a través de supuesta numerosas maniobras fraudulentas. También lo acusan de desviar recursos del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani).