NUEVA YORK.- Los datos estadísticos sobre la escalada sin pausas del coronavirus en la Gran Manzana, siguen reforzando los reportes oficiales que demuestran que los vecindarios hispanos son, manera ascendente, los más castigados por la pandemia. Así está ocurriendo en Washington Heights e Inwood, en el Alto Manhattan, donde los números de casos se han disparado en un 5% en las últimas dos semanas.
En el mapa actualizado del Departamento de Salud de la Ciudad (DOHMH), en cual se expone el comportamiento del COVID-19 en cada una de las 200 áreas postales de los cinco condados, los cuatro códigos postales que agrupan a los vecindarios, denominados como la “Pequeña República Dominicana”, junto con el East Harlem, representan los focos de mayor preocupación por la expansión del coronavirus en Manhattan.
El Doctor Aritmedes Restituyo, presidente de la Asociación Hispana de Profesionales de la Salud (AHPSI), argumenta que “era de esperarse que las comunidades más pobres y con menos acceso a los servicios de salud, terminaran siendo los más agobiadas por esta emergencia”.
El líder de AHPSI asegura que el gremio de los médicos latinos, tiene una visión muy clara sobre esta tendencia.
“Hay un tema de hacinamiento, por el problema del acceso a la vivienda. Tenemos hasta 10 y 11 personas viviendo en un solo espacio, que facilita obviamente la propagación, porque si hay un contagiado, ¿dónde se aíslan? Eso se mezcla con el poco acceso a los servicios de salud y además a las trabas que tiene algunas veces nuestra gente cuando va a un hospital y no hay personal que lo atienda en español”, explica el médico dominicano.
“Muchos se lo tomaron de relajo”
Existen otros factores que la propia comunidad considera son razones para que esto ocurra.
La dominicana Mayra Fermín, de 61 años, que vive en uno de los refugios del Alto Manhattan, desde que se habló de la enfermedad usa mascarillas y ha tomado las medidas mínimas de higiene, pero explica que lamentablemente en esos vecindarios, no todos asumieron la propagación del virus en serio.
“Muchos se lo están tomando todavía de relajo. Nosotros siempre estamos pensando que las cosas no nos van afectar. Nos cuesta seguir las recomendaciones”, dice la inmigrante.
Al observar la tasa de contagios, es el código postal 10034 que pertenece a Inwood, en donde los números empiezan a ponerse más en rojo: El 57% de las personas que se hicieron la prueba tuvieron un resultado positivo, en comparación con solo el 41% de pacientes durante la última semana de marzo. Allí el 74% de los residentes es de origen latino, en su mayoría quisqueyanos.
La ama de casa Luciana Carrilo, de 68 años, que vive en la Avenida Sherman de Inwood, refiere que lamentablemente ya se “siente que la pandemia está cada vez más cerca de su vecindario”.
“Todos los días te enteras que alguien de por aquí o está hospitalizado o muerto, especialmente los ancianos. Como ahora estamos asustados, porque vemos la muerte cerca, ahora sí se está tomando en serio, Pero hay que entender también que muchos no pueden darse ese lujo de quedarse encerrados. Hay que salir a buscar los pesos”, explica la jubilada
Desde que las autoridades reconocieron, hace dos semanas, que el principal blanco mortal del coronavirus era en más del 35% los latinos, las políticas para frenar su expansión cambiaron su mirada hacia esta mayor minoría étnica de la Gran Manzana, en la cual los dominicanos tienen una gran peso demográfico, por significar el mayor número de inmigrantes de habla hispana de la ciudad.
Insisten en necesidad de más pruebas
El concejal que representa a esa área del Alto Manhattan, Ydanis Rodríguez, respaldado por otros funcionarios electos hispanos, reiteró su petición de que se tienen que hacer pruebas masivas de descarte de COVID-19 en los vecindarios más pobres y hogar de familias hispanas en la ciudad.
“Antes de abrirse la ciudad, debe cerrarse por completo. Esto será clave para frenar la expansión de la pandemia que está castigando a la clase trabajadora y a las personas mayores que residen en localidades, con los códigos postales con más bajos ingresos. Los números ya los tenemos, ahora es tiempo de actuar”, dice Rodríguez, de origen dominicano.
El concejal exige a las autoridades locales no dejar de incluir con carácter prioritario, a los afectados del norte de Manhattan en las estrategias que permitirán aislar a personas que vivan en residencias sobre pobladas, mientras se supera la emergencia.
“Hay 100,000 habitaciones vacías en los hoteles. El Gobernador y el Alcalde deben comprender que hacer una cuarentena en nuestra ciudad es un privilegio de los ricos, que también tenemos que proporcionar recursos a los neoyorquinos más pobres”, concluyó el político.
Un nuevo centro de descarte
Justamente el pasado lunes, Somos Community Care, una organización sin fines de lucro, abrió un nuevo centro de pruebas de descarte de COVID-19, en asociación con el Estado de Nueva York, en la Avenida Amsterdam con calle 176 en Washington Heights, para unirse a otros dos sitios de prueba en El Bronx y Queens. En este nuevo centro se ofrecerá atención en español.
“Es muy importante para esta comunidad local. La mayoría de las personas viven bajo la línea de pobreza, no tienen un automóvil. No pueden ir a áreas remotas para conducir a hacerse las pruebas “, dijo a medios locales el Dr. Henry Chen de SOMOS.
Entre tanto, voceros del DOHMH aseguran que ante la realidad que se desprende de las estadísticas se han tomado medidas dirigidas a ofrecer más información preventiva en español, a través de diversos medios y establecer nuevos centros de prueba en clínicas comunitarias más cercanas a las comunidades más afectadas.
“Igualmente se debe insistir, que la atención médica en nuestra ciudad, se ofrece a todos por igual, independientemente del código postal donde viva y su estatus migratorio”, subrayan.
“Todos los días sabemos de uno que se va”
Por las calles de los vecindarios dominicanos del Alto Manhattan, los residentes comentan que todos los días trasciende la noticia de alguien que perdió la batalla ante la pandemia.
El pasado fin de semana conmocionó a la comunidad médica de Washington Heights el fallecimiento de uno de sus miembros.
Irónicamente, el médico dominicano Nelson Then, de 67 años, luego de jubilarse como terapista respiratorio en el Hospital Jacobi, y quien se dedicaba solo a actividades comerciales, en la calle 174 con la Avenida St Nicholas, luego de haber sido diagnosticado con coronavirus, murió por complicaciones respitatorias el pasado sábado.
Allegados al inmigrante, nacido en San Pedro de Macorí, lo recuerdan como una persona enérgica que deja un sorpresivo vacío en sus familia y amigos.
Avance del COVID-19 en la “Pequeña R.D.”
- 2,345 casos se han registrado en Washington Heights e Inwood en abril, en comparación con los 888 contagiados en marzo.
– - 62% de las personas evaluadas en abril, en el código postal 1033, que se extiende desde la calle 173 oeste hasta el este de la calle 187 tuvieron resultados positivos, en comparación con el 53 por ciento en marzo.
– - 5% de incremento de casos en las personas examinadas en el código postal 10040, que termina en la calle Dyckman Street, y el código 10032, que se extiende desde el oeste de la calle 153 hasta este de la calle 173.
EL DIARIO