NUEVA YORK.- Este sábado 7 de agosto quedará inscrito en una oficina de correo en Nueva York el nombre de una dominicana honorable, que por más de seis décadas inscribió su nombre en el crecimiento de Estados Unidos, la folclorista y profesora de baile Normandía Maldonado.
La pionera del folklore dominicano en el exterior oriunda de Santiago y fallecida en 7 de febrero del 2019, nacida el 19 de febrero del 1929 en Santiago, República Dominicana, emigró a la nación americana como parte del elenco «Busquen a ese hombre» una película cubana producida por la Alianza Teatral Caribeña.
Posteriormente creó el grupo de baile «Las Mambos Ger» con su hermana Marina y sobrina Lili Maldonado.
Al regresar a la «Capital del Mundo» invitada por el Centro Cívico Cultural dominicano para representar a la delegación dominicana en el Desfile de la Hispanidad, por primera vez en el 1963, se integró al quehacer comunal y consiguió trabajo en el sector de la costura, en el que se especializó en varias áreas al tiempo de estudiar todo lo que podía aprovechar.
En septiembre del año 1966 fundó el Centro Cultural Ballet Quisqueya, con el que representó a su país en universidades y competencias folclóricas en diversos estados, ganando en una ocasión el primer lugar en Chicago .
Pausamos la historia para expresar: ¡Gracias! congresista Adriano, hijo agradecido de nuestra comunidad por la iniciativa y a los demás legisladores por el trascendental logro.
Por Normandía Maldonado, miembro fundadora fue que el primer, segundo y tercer Desfile y Festival Dominicanos, arrancaron desde el lugar escogido por el honorable congresista Adriano Espaillat, para perpetuar la obra trascendental de Normandía Maldonado, calle 165 entre avenidas Amsterdam y Audubon; la pionera del folklore dominicano en el exterior y cofundadora de muchas instituciones.
Por otra parte, también en la calle 165, entre las avenida Amsterdam y la calle Audubon está la iglesia Santa Rosa de Lima, misma que fue su parroquia. Al lado de esa iglesia, en un sótano (baseman), estaba el local en donde fundamos el Salón de la Fama Casandra Damirón, el verano de 1983.
Hay mucho más que destacar de la mujer con baja estatura física, pero con ilimitadas dimensiones de visión y accionar.
En el orden personal se casó con Mohandas Budhai, un pianista clásico de origen indio, criado en Cuba por ser hijo de diplomático, quien la respaldó y de cuya unión matrimonial nació Eudes Budhai, quien siguió los pasos de sendos padres.
Desde muy pequeño Eudes formó parte del Ballet Quisqueya, aprendió a ejecutar varios instrumentos, cantaba, formó su grupo musical pero, con la influencia y decisión de sus padres de que primero estaba el estudio. Se graduó de profesor y ha hecho varias maestrías, incluyendo una para principal en escuelas de educación especial.
Normandía y su esposo educaron a su sobrina Arelis como hija, adoptaron unos gemelos banilejos a quienes ayudaron a graduarse de médicos, así como a la niña Yesenia Budhai a quien también trajeron y graduaron en administración de empresas.
Normandía y su familia unida acudieron siempre a la iglesia, reuniones y recepciones de organizaciones como el Club Juan Pablo Durte, hoy Instituto Duartiano y el Salón de la Fama Folklórico Dominicano Casandra Damirón, en el que fueron elevadas más de sesenta figuras del arte y las letras y cuyos cuadros empotrados en las paredes del consulado dominicano desde su inicio en el 1983, fue desmontado por el pasado cónsul Castillo, sin plebiscito de la comunidad, dueña de las organizaciones cívicas culturales y deportivas.
Gracias a todos los que sepan justipreciar los aportes de los fundadores de la diáspora, como Normandía Maldonado, pionera y reina de nuestras raíces folklóricas y gracias a la profesora Xiomara Cabrera por mantener vivo ese legado, sin recibir ayuda económica de la ciudad ni de nadie.
ZUNILDA FONDEUR