El municipio se expande anualmente en diversas direcciones alrededor de 1.2 kilómetros cuadrados
SANTIAGO DE LOS CABALLEROS.- El municipio de Santiago de los Caballeros se expande anualmente en diversas direcciones 1.2 kilómetros cuadrados, con un crecimiento que representa un desafío a la modernización y planificación urbana.
Expertos indican que hay dos vectores de crecimiento de la huella urbana de la ciudad de Santiago estimada en 115 kilómetros cuadrados.
Entienden que el primer vector de crecimiento edificatorio que se debe controlar es el que está dirigido a la cordillera septentrional y a la falla sísmica, incluido en el distrito municipal de San Francisco de Jacagua y el conjunto de barrios y sub barrios que se denomina Gurabo.
El segundo vector de urbanización que las autoridades tienen que vigilar con más rigor, se dirige hacia el ícono económico-patrimonial que constituye el Aeropuerto Internacional del Cibao (AIC).
Reynaldo Peguero, especialista en planificación y urbanismo, subraya que los estudios del BID e IDOM gestados en su momento, y los aportes de diversos expertos del Colectivo de Investigadores y Consultores “Strategius”, indican que la ciudad de Santiago se expande anualmente en diversas direcciones unos 1.2 kilómetros cuadrados.
“Si no hacemos nada, la conectividad internacional de los 4.2 millones de habitantes del Cibao estará amenazada. Nos enfrentamos a una línea invasora formada por comercios, hoteles, naves de producción, centros comerciales, y en menor medida a viviendas unifamiliares y apartamentos que son una amenaza para el aeropuerto y para la seguridad alimentaria regional”, apunta Peguero.
Similares resultados acumula el Viceministerio de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Regional (ViOTDR) que dirige, el viceministro Domingo Matías.
En esa dirección y en ambas márgenes de la autopista Duarte se plantea ejecutar con más rigurosidad el Plan Municipal de Ordenamiento Territorial Santiago 2030 (Ordenanza 3240-19), dándole ahora carácter supramunicipal como impone la ley.
Consenso ordenamiento
De acuerdo a Reynaldo Pequero, la Alcaldía de Santiago de los Caballeros, debiera converger con los ayuntamientos de Licey al Medio y Puñal, y sus correspondientes distritos municipales de Las Palomas, Guayabal y Canabacoa, en una alianza estratégica por el ordenamiento territorial metropolitano.
El consenso entre los especialistas, es que debe exigirse a inversionistas, promotores y constructores, acciones que controlen la edificación caótica de obras mediante el cumplimiento de la ley y el plan de ordenamiento.
“Somos del parecer que toda construcción regular o irregular debe ser intervenida y evaluada”, dice Peguero.
La alianza metropolitana debiera incluir también al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MIMARENA), al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), CORAASAN y EDENORTE.
“No se debieran aprobar servicios de agua y energía que no sean coherentes con el ordenamiento integral de Santiago. Se impone que todo lo que se apruebe en esa dirección debe ser interinstitucional”, apunta el especialista.
El órgano del Estado de regulación del medio ambiente, controla los impactos sociales y ambientales de las edificaciones (Ley 64-00). Por su parte, la estructura de gobierno de obras públicas, impone el Reglamento General de Edificaciones y Tramitación de Planos (Decreto 576-06) y reglamenta el Análisis y Diseño Sísmico de Estructuras (Decreto 201-11).
Para el grupo de expertos “Strategius”, la permisología anterior se puede realizar mediante una ventanilla única que debiera tener su sede en el Palacio de Gobierno Municipal de Santiago.
Así ocurre en casi todas las ciudades y países de América que como Santiago, son socios del Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano (CIDEU).
Sugieren que la sede sea la Alcaldía de Santiago de los Caballeros, dado que el ayuntamiento de la ciudad es el órgano rector del suelo con más experiencia en ordenamiento de todo el Cibao.
Expresan que Santiago acumula el mejor análisis histórico de su huella urbana con mapas desde el año 1844. Planos recopilados de diversas fuentes.
La cartografía de 1968 y 1985 aportada por CEUR, CDES y PMOT.
También investigaciones de la expansión urbana independiente como las aportadas por la USAID.
Imágenes satelitales Landsat de alta resolución para verificar cambios de cobertura del suelo. Imágenes actualizadas al 2025 por el Viceministerio de Ordenamiento son claves.
Se acumula un ensanchamiento no planificado y de baja densidad de la población en los municipios de Licey al Medio y Puñal.
Ambas circunscripciones administrativas y políticas, están aprobando obras y edificaciones comerciales sin tener planes de ordenamiento territorial, que de acuerdo a la nueva ley de ordenamiento y su reglamento de aplicación, deben ser supramunicipales.
Se acumula una multitud de áreas aisladas rodeadas de territorios de predominancia rural, que no evidencian grandes núcleos urbanos de poblaciones.
Al realizar la suma de estas superficies, se observa hoy un incremento de la huella urbana edificada y no consolidada de hasta 1,000 hectáreas, es decir 15 kilómetros cuadrados, con respecto al año 1999.
“Todo lo anterior es más riesgoso pues la tasa de crecimiento de las edificaciones hacia el Sur-Este hacia la salida de Santiago a Santo Domingo es más acelerada que el crecimiento poblacional”, dice Reynaldo Peguero.
En este territorio, la huella urbana de edificios crece a razón promedio de 5.0% anual, pero la tasa de crecimiento de población es menor 1.25% anual de acuerdo al censo 2022.
Los usos de suelo que más crecen son los relacionados al comercio, industria, instituciones y servicios. Los usos que menos crecen son los concentrados en viviendas y habitabilidad.
Plantean restricciones en crecimiento ciudad
Reynaldo Peguero considera que la ampliación y modernización del Aeropuerto Internacional del Cibao (AIC) debiera representar una de las obras más emblemáticas a proteger por Santiago. “Su territorio y entorno debieran estar destinados exclusivamente a estas funciones”, expresa.
Peguero entiende que ese uso de suelo debiera ser reservado y moderado por un decreto presidencial en coherencia con el PMOT y la nueva ley de ordenamiento 368-22 y su reglamento el 396-25.
El experto refiere que se trata de un área donde hay que delimitar y restringir el crecimiento urbano.
MIGUEL PONCE