Cuatro días de salvajismo, agonía y mentiras marcaron el final de David de los Santos

SANTO DOMINGO.- Los últimos cuatro días en la vida del profesor de Educación Física, David de los Santos Correa, de 24 años estuvieron marcados por la violencia desmedida, negligencia y mentiras que han movido a sus allegados y a la sociedad a pedir respuestas y a exigir que su muerte sea esclarecida.

Las extrañas circunstancias que rodean las últimas horas de vida del joven iniciaron con un incidente en Ágora Mall el pasado 27 de abril en hora de la tarde que degeneró en su detención y conducción al destacamento de la Policía Nacional del Ensanche Naco, luego que supuestamente se pusiera violento y debiera ser esposado por la seguridad del lugar.

De acuerdo a la versión ofrecida por un testigo, que se hallaba también detenido en ese recinto, cuando David fue llevado allí se encontraba tranquilo, pero se habría resistido a ser introducido en la celda, por lo que alegadamente los policías de turno lo esposaron y lo empujaron a la cárcel.

El testigo cuanta que David se recostó de una pared y gritaba, lo que habría molestado a Santiago Mateo Victoriano, Michael Pérez Ramos y Jean Carlos Martínez Peña, los otros hombres que estaban recluidos, y según la versión del Ministerio Público, ocurrió un altercado luego de que los agentes de turno rociaran gas pimienta.

Alegadamente, la situación provocó que estos desataran su furia contra David, que se hallaba en estado de indefensión por estar esposado, propinándole golpes a patadas, puños y lo que había dentro de la celda. Finalmente subiéndosele encima y entrando los pies en su boca, entre otras torturas.

 “Diablo manito nos involúcrate, por tu culpa, nosotros estábamos durmiendo tranquilos, por eso te vamos a matar», dijo el testigo que uno de los tres hombres le expresó a David al momento de iniciar la brutal golpiza que lo dejo sangrando, tendido en el piso e inconsciente.

“Le daban trompadas como boxeadores, después que él cayó al suelo, ellos se le subieron encima y hasta en la boca le entraron los pies, uno de los presos que es calvo y otro que es flaco, tomaron mis tenis marca Nike, color rojo con la suela blanca que estaban en la ventana y le empezaron a dar golpes en la cara con ellos”, dijo el testigo a las autoridades, según consta en la solicitud de medidas de coerción a los siete implicados en el caso.

El hombre afirma que en un momento de la noche uno de los agentes del destacamento fue a ver qué pasaba en la celda y los agresores dijeron que no pasaba nada, lo amenazaron a él para que no hablara, tras lo cual el policía se marchó sin percatarse de la situación, y no fue hasta la mañana del 28 de abril cuando ingresaron a la celda y vieron a David ensangrentado en el piso.

Entre los policías que tienen vinculación en el caso están el capitán Domingo Alberto Rodríguez Rodríguez, el segundo teniente Germán García de la Cruz, el cabo Alfonso Decena Hernández y el raso San Manuel González García, a quien el Ministerio Publico le acusa de haber tenido conocimiento y haber participado de manera activa en para aportar las condiciones que generaron la mortal agresión. 

Sostuvo que los reos le dieron la versión a la Policía de que el propio David se había ocasionado los golpes que presentaba y nuevamente le indicaron callarse, lo que dice hizo por miedo a ser agredido también.

Afirma que posteriormente los agentes le quitaron las esposas a David, lo bañaron y lo pusieron en una silla, mientras que uno de los presos que propino los golpes le ordeno limpiar la sangre. Poco después el testigo fue liberado.

Según lo que se ha establecido la mañana del 28 de abril la dotación del destacamento de Naco pidió la asistencia del Sistema Nacional de Atencion a Emergencias y Seguridad 9-1-1, los que trasladaron al detenido al hospital Francisco Moscoso Puello.

Ese mismo día los familiares de David se comunicaron con el destacamento de Naco, donde le comunicaron que se encontraba detenido allí y que podían ir al día siguiente a verlo, según contó su hermana Sugeidy.

Sostiene que al acudir el 29 de abril al destacamento de Naco es cuando se le comunica que su hermano había sido trasladado al centro de salud, pero se le dice que se encontraba bien, que más tarde se lo entregarían e intentaron que firmaran un documento en el que certificaban que David había sido recibido por la familia en buen estado.

Sostuvo que junto a otros familiares fue al hospital, constatando que su hermano estaba muy golpeado y requería cuidados en un hospital de traumas, trasladándolo al hospital Doctor Darío Contreras, donde el primero de mayo fue declarado muerto.

RAMON RODRIGUEZ

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