Algunas familias resaltan por las cuotas de poder que reciben durante determinados gobiernos. Existen casos en que dos o más nombramientos, recaen en una misma familia, práctica que se vivió en gestiones pasadas que se repite.
Los De Camps, Mejía, Jorge Mera y Guzmán son algunos de los apellidos de las familias que cuentan con dos o más nombramientos en el nuevo gobierno que encabeza el presidente Luis Abinader.
Los De Camps
Para citar el caso de la familia De Camps, que nos remonta a la influencia que tuvo el fallecido dirigente político Hatuey De Camps en la vida política del país, se destacan los nombramientos de su exesposa, Milagros Germán, como directora de Comunicación y vocera de la Presidencia; el de la hija de ambos, Milagros Marina De Camps Germán, viceministra de cooperación internacional del Ministerio de Medio Ambiente; y Luis Miguel De Camps García, ministro de Trabajo, joven que procreó con la actriz Cecilia García.
Los Mejía
El expresidente Hipólito Mejía, además de tener a aliados clave nombrados en este nuevo gobierno, cuenta con Carolina Mejía, secretaria del PRM y actual alcaldesa del Distrito Nacional y, , el hijo de la funcionaria municipal y nieto del exmandatario, Juan Garrigó Mejía, viceministro de Gestión Social y Comunitaria del Ministerio de la Administrativo de la Presidencia.
Los Jorge Mera
En el caso de los descendientes del expresidente Jorge Blanco (fallecido), figuran sus hijos Orlando y Dilia Leticia Jorge Mera, ministro de Medio Ambiente y viceministra de Innovación, Transparencia y Atención Ciudadana del Ministerio Administrativo de la Presidencia, respectivamente. En tanto que Orlando Jorge Villegas (hijo del ministro de Medio Ambiente) es diputado por PRM en la circunscripción 1 del Distrito Nacional.
Los Guzmán
Habría, además, que recordar al expresidente Antonio Guzmán (fallecido). Hoy algunos de sus descendientes también han sido nombrados en el nuevo gobierno: su hija Sonia es la embajadora dominicana en Washington y el hijo de la recién nombrada diplomática, Iván Hernández, fue designado director del Instituto de Estabilización de Precios (Inespre).
Las familias del poder del PLD
En el caso del Partido de la Liberación Dominicana, tanto en las gestiones de Danilo Medina como en la de Leonel Fernández, las familias Pared Pérez, Lizardo Mézquita, Germán, Montás y Medina Sánchez fueron las que tuvieron una importante cuota en el poder del Estado.
Para citar algunos casos, el propio expresidente Medina mantuvo una alta cuota del poder con sus familiares en el gobierno. Su hermana Lucía Medina fue diputada y expresidenta de la Cámara Baja mientras que su otra hermana Carmen Magalys Medina Sánchez fue vicepresidenta del Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas (Fonper), institución que será eliminada.
Se resalta entre los Pared Pérez, a Carlos, asistente de Medina en tanto que su hermano Reinaldo fue presidente del Senado y es secretario general del PLD. Sigfrido dirigió el DNI.
De los Lizardo Mézquita, Simón fue administrador del Banco de Reservas y su hermana Cristina, la vicepresidenta del Senado.
Sobre los Montás, Temístocle, se desempeñó como el jefe del equipo económico en los gobiernos peledeístas; Rubén, dirigió Refidomsa y la Comisión Nacional de Energía; José fue alcalde de San Cristóbal, y Gamalier, gobernador de esa provincia y exdiputado. De los Germán, Alejandrina fue ministra de la Mujer y del Meescyt. Mientras que su hermano Mariano fue jefe del Poder Judicial y su otro hermano Mariano, en varias instituciones.
Beneficios colaterales de las familias en el poder
Sin duda alguna que la cuota de poder que han tenido y tienen diversas familias que resaltan según su afiliación política, representa una significativa e importante influencia no solo a la hora de las tomas de importantes decisiones en el Estado, sino también para beneficiar a cercanos directos e indirectos, con algunos favores o puestos públicos. En algunos casos, no necesariamente estar en un cargo implica no tener beneficios: la creación de empresas, de fundaciones “sin fines de lucro”, entre otros actos creativos para formar parte del Estado o recibir algo del poder, se canalizan a través de “amigos o familiares” que están enquistados en el poder de turno. La práctica, sin duda, no es de ahora.