Cuba inaugura este jueves un centro para preservar la obra y el pensamiento de Fidel Castro, como parte de los actos de conmemoración por el quinto aniversario de su muerte.
«En el despacho de #Fidel en el Palacio de la Revolución todo está como lo dejó él en su último día allí. Trato de imaginarlo en medio de las duras batallas de tantos años desafiantes. Me inspira, me emociona. Y sigo peleando», dijo en un mensaje en Twitter el presidente Miguel Díaz-Canel.
El Centro Fidel Castro Ruz se inaugura en esta jornada «que se conmemora el quinto aniversario de la desaparición física del líder histórico de la Revolución Cubana», anunció el diario oficial Granma.
Castro (1926-2016) encabezó la revolución contra la dictadura de Fulgencio Batista, que triunfó en 1959 para instaurar un régimen socialista que todavía perdura, bajo la presidencia de Díaz-Canel.
Enfermó en 2006, cediendo el poder a su hermano Raúl, actualmente jubilado con 90 años, y falleció el 25 de noviembre de 2016, tras una convalecencia de 10 años.
Los actos conmemorativos se realizan desde el miércoles por la noche, cuando, en la escalinata de La Universidad de La Habana, y encabezados por Díaz Canel, cientos de estudiantes se congregaron bajo una fuerte lluvia para recordar con música, danza y palabras al «Comandante».
Los «pañuelos rojos», jóvenes oficialistas agrupados en el Proyecto Nuestra América, convocaron para una marcha la tarde del jueves en honor a Fidel Castro.
La marcha saldrá del Parque del Quijote y se dirigirá al Malecón, el mismo trayecto que pretendió hacer el líder opositor Yunior García, el pasado día 14, vestido de blanco y con una rosa. Esa manifestación solitaria fue impedida por la policía que rodeo su casa antes de que pudiera salir.
Los «pañuelos rojos» piden llevar esa prenda que los identifica, sobre camisetas blancas y una flor.
Anunciaron que echarán al agua una replica del yate Granma, que trajo a Castro y sus seguidores a Cuba en 1956. La obra fue realizada por el conocido artista Alexis Leyva, conocido como «Kacho».
Un mes después de su muerte, el Parlamento cubano aprobó la ley 123 que prohíbe emplear el nombre de Fidel Castro «para denominar instituciones, plazas, parques, avenidas, calles y otros lugares públicos, así como en cualquier tipo de condecoración, reconocimiento o título honorífico»
Tampoco se puede «utilizar su figura para erigir monumentos, bustos, estatuas, tarjas conmemorativas y otras formas similares de homenaje».
Cumpliendo el deseo de Fidel, en Cuba no hay estatuas, ni calles o parques en su honor, aunque su imagen está presente en el país de múltiples maneras.
Como única excepción, establece la normativa, es «el empleo de su nombre para denominar alguna institución, que conforme a la ley, se constituya para el estudio y difusión de su pensamiento y obra».
Con fuerte carisma, el liderazgo de Castro fue criticado por sus adversarios, que le acusaban de culto a la personalidad.
AFP
