NUEVA YORK.- El cuñado de Milly Quezada se encuentra interno por coronavirus en la ciudad de Nueva York, pero no así la hermana de la merenguera dominicana, como circula en redes sociales, afirmó el mánager de la artista, Pedro Núñez del Risco.
Fausto Arias, esposo de Jocelyn, está conectado a un ventilador en en la unidad de cuidados intensivos del hospital Englewood Health de Nueva Jersey tras ser diagnosticado con Covid-19.
«El sí está interno, pero ella no y no ha presentado síntomas», afirmó Núñez del Risco a Listín Diario ante los rumores que circulan en la farándula.
Núñez del Risco comentó que Fausto Arias, de 65 años, es una persona muy activa y era quien en los últimos días había estado haciendo las diligencias de la casa, entre ellas ir a supermercados y farmacias.
«Fausto llegó al hospital con una infección grande y aunque fue controlada está entubado esperando con Dios por delante que vaya mejorando», dijo Nuñez del Risco.
Junto a una imagen de Arias, Milly Quezada posteó hace dos días un breve mensaje: «Oracion por la salud del Pastor y mi cuñado Fausto Arias, amén!».
En grupos de Wastshapp circula desde el mediodía del sábado que Fausto y Jocelyn estaban infectados, generando preocupación entre sus feligreses, pues ellos son pastores de sus iglesias en Nueva York.
Jocelyn negó de manera rotunda la nota de voz que circula en los grupos de redes sociales: “Hay personas sin escrúpulos que buscan hacer daño. El comentario que están haciendo es que mi esposo Fausto Arias sabía que estaba enfermo y siguió dando servicios en la iglesia con las puertas cerradas. Eso es mentira. La iglesia está cerrada desde hace dos semanas. Hicimos nuestro culto en la sala. Está por Facebook. Él no expondría su Iglesia a esta crisis”.
Según sus declaraciones, ninguna de las personas que se congrega en su iglesia tiene síntomas o ha dado positivo a coronavirus. “¿Cuál es la necesidad de hablar mentira o de destruir a un hombre de ese calibre o a cualquier persona porque él no es mejor que nadie?”, se preguntó.
Estados Unidos se ha convertido en el mayor foco del mundo en la expansión del COVID-19 y Nueva York es su gran epicentro, en donde no se recuerda una situación tan calamitosa desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 pues los expertos prevén un impacto económico “catastrófico” de miles de millones de dólares.
