POR MARCOS SANTOS.- Pensar que desde el año 2012 hasta el 2020, este hombre lo tenía prácticamente todo, desde el manejo del Poder político, económico, militar, además de todo un ejército de adulones a sus órdenes, muy propio de la actividad partidaria.
Pero, hay algo que debemos tomar en cuenta, durante esos 8 años de ejercicio de gobierno.
De seguro, el entonces Jefe de Estado Danilo Medina, gozó del respeto y la consideración de muchos dominicanos y dominicanas, quienes lo consideraban un buen Presidente, e incluso una buena persona, de buenos sentimientos.
Y eso va más allá de la importancia del cargo que ese señor ocupó, durante el periodo ya señalado.
Pero ahora resulta, que en este año 2023, ese respeto y consideración se ha perdido en la inmensa mayoría del pueblo dominicano, a juzgar por las reacciones de la gente en los medios de comunicación y en las redes sociales.
Incluso, el periodista Juan TH, escribió un artículo donde ponía en dudas que Danilo Medina fuera diagnosticado con un cáncer de próstata como él mismo había informado al país.
Fíjense de que forma se ha degradado la figura de Danilo Medina, que hay muchísima gente que no le cree absolutamente nada de su supuesta enfermedad.
Toda esta situación que padece el ex presidente Danilo Medina, nos debe llevar a todos a una profunda reflexión, sobre todo a aquellos que poseen cargos públicos o que tienen una buena posición económica y que andan llevándose el mundo por delante, con un accionar cargado de arrogancia y prepotencia.
Lo primero es que nada es eterno en este mundo, excepto Dios.
Las posiciones públicas son pasajeras.
El dinero se acaba, y si no se acaba, se acaba la salud, y tras recuperar la salud se podría acabar con el dinero, y si el dinero no se acaba por recuperar la salud, entonces se vive infeliz, limitado por las dolencias y los padecimientos de nuestro cuerpo.
Lo aconsejable es actuar con sencillez y tratando de no ser injusto con nadie.
Miremos el ejemplo de Danilo Medina.
Entre esos años que ese señor fue presidente de la República, lo tenía todo o casi todos a sus pies.
Hoy no tiene nada de lo anterior, y en cambio tiene un gran desprecio y descrédito por una buena parte de la sociedad dominicana.
Y pensar que este hombre, pudo haber sido un referente para las presentes y futuras generaciones si hubiese actuado de manera correcta al frente de la Primera Magistratura del Estado.
Todas estas acusaciones de supuestos actos de corrupción que han salido a la luz pública, enloda su reputación como político, y como persona.
La incoherencia en su discurso contra la corrupción, coloca a Danilo Medina como un mentiroso patológico.
Y en la forma que abandonó el Poder, donde ni siquiera asistió a la toma de posesión de Luis Abinader, lo coloca como un resentido social.
“Todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado”, dice la Biblia.
El ejemplo está a la vista de todos.
Ojalá, y todos sin excepción, reflexionemos en qué debemos cambiar y en qué debemos mejorar.
La Semana Santa es un buen momento para reflexionar.
El autor es conductor del programa “Con Marcos Santos”, que se difunde por el canal 8 de Telenord, de lunes a viernes de 6:00 a 7:00 de la noche, y director de CALLE56.COM