Declaran 3 días de duelo en Villa Riva por las 4 muertes

VILLA RIVA.- Las autoridades muni­cipales de esta locali­dad declararon tres días de duelo en Guara­guao por la muerte de cuatro personas durante un tiroteo registrado en la madrugada del lunes en una discoteca.

Allí quedaron los cuerpos sin vida de Del­vis Payamps, Jose Luis Paula Regladado y Fla­cidis Paredes, esta últi­ma nieta del director del ayuntamiento de este distrito municipal, Ge­ronimo Paredes.

Ayer fue realizada una marcha en recla­mo de justicia contra los responsables de es­te hecho que conmo­cionó a toda la zona. Un generalizado cla­mor de justicia se ha le­vantado en esta comu­nidad tras el hecho de sangre del que respon­sabilizan a los policías del lugar.

Los familiares de tres de los cuatro ase­sinados expresan que lucharán hasta las ul­timas consecuencias, para evitar que este crimen múltple quede impune.

Dicen que se perdie­ron vidas útiles, que na­da tenían que ver con los problemas de una persona que, supues­tamente, era buscada por las autoridades. Madres, padres, hermanos y veci­nos de tres jovenes que ca­yeron abatidos a balazos dentro de la discoteca, si­tuada a escasos metros del cuartel policial de Gua­raguao, indican que los agentes llegaron al lugar disparando sus armas, sin ninguna justificación.

Narcisa Regalado, ma­dre de Paula Regalado, ex­presa que en la zona no hay autoridades que ga­ranticen la tranqulidad de los ciudadanos, sino todo lo contrario, para sembrar el temor y atropello.

Dijo que su familia re­clamará justicia para que la muerte de su vastago no quede impune, ya que era una persona decente, que no tenía cuentas pendien­tes con nadie. En ese mis­mo tenor se expreso Yu­leida Jimenez, madre de Flacidis Paredes de apenas 18 años.

Los agentes policiales buscaban a Yendri de Je­sus Tavárez Castillo, la cuarta víctima, una per­sona que no vive en esta localidad y que supues­tamente tenía asuntos pendientes con las au­toridades, aunque resi­dentes dicen que duran­te el domingo, le vieron compartiendo amigable­mente con esos unifor­mados, en un balneario de la zona.

LEONCIO PERALTA

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