“Dejaré los escenarios cuando Dios y mi público quieran”

Jackeline Estévez se siente agradecida a su público, sobre todo de su pueblo natal, San Francisco de Macorís, que la ha apoyado desde que inició su carrera artística en 1982.

Con más de 35 años en los escenarios nacionales e internacionales, esta francomacorisana también incursionó en la política cuando en 2012 fue candidata a vicealcaldesa por San Francisco de Macorís “donde pude darme cuenta del cariño y el afecto que siente mi pueblo por mí”. En la actualidad, Estévez promueve la canción “Con el corazón en un Hilo”, cuya autora es la periodista Miriam Cruz García, realiza videos para su página de YouTube y videoclips para las canciones que aún no tienen.

  1. Niña laboriosa

    Nací en San Francisco de Macorís, en el barrio San Vicente de Paúl. Soy la mayor de siete hermanos de padre y madre, nos llevamos de un año, nacimos uno detrás del otro. También tengo dos hermanos de padre. Siempre ayudaba a mi mamá con mis hermanos, me los llevaba a jugar con mis amiguitas. A ellas no les gustaba jugar conmigo porque siempre andaba con uno de mis hermanitos cargados. Cuando llegaba siempre decían ya viene Jakie con un muchacho encima. Como ellas jugaban a la mamá con sus muñecas, les decía que jugáramos con mi hermanito o hermanita que eran de verdad. Mis hermanos son locos conmigo, soy como si fuera su mamá. Nunca he trabajado con nadie que no sea mi familia”.
  2. Pan de azúcar

    Siempre fui una niña juguetona, pero también era muy laboriosa, tenía que hacer los quehaceres de la casa. En el barrio me decían Pan de azúcar porque era muy alegre y querida. Teníamos un grupo, hacíamos obras de teatro, eran como veladas, yo era la cantante. Recuerdo que algunos papás de mis amigas nos echaban de la casa, nos decían que qué tanto ensayábamos. De niña quise ser actriz, pero como era muy risueña, me reía en las comedias. También recuerdo con mucho cariño cuando recogía botellas y se las vendía al señor del colmado, así podía llevar dinero a la escuela”.
  3. Sus padres

    Mi papá se llama Luis Concepción Estévez, tenía su barbería dentro de la casa, en el barrio le decían el barbero loco porque se la pasaba escuchando música. Mi papá siempre fue un hombre muy comerciante, cuando se acercaba el día de reyes y en la casa no había dinero, alquilaba una carretilla para vender juguetes para entonces dejarnos reyes a sus hijos. Si escaseaban los plátanos, compraba y los vendía en la barbería. Como la barbería quedaba dentro de la casa, la gente que iba me escuchaban cantar, le decían a mi papá que yo iba a ser grande, que por qué no me lanzaba.

    También, cuando iba a lavar al río me ponía a cantar, los vecinos cercanos y los que se encontraban lavando al igual que yo me pedían canciones, fue una época muy linda, uno vive cada momento de su vida. Mi mamá, Luisa Francisca Rodríguez, siempre estaba al pendiente de la casa y de sus hijos, nunca le gustó vivir en la capital, venía solo por unos días”. 
  4. Gratos recuerdos

    Realicé mis estudios en escuelas públicas porque éramos una familia muy humilde. En la primaria, cantaba en todos los actos, como siempre he sido de pequeña estatura, me subía encima de una mesa. También estudiaba piano y teatro en la Escuela de Bellas Arte de mi pueblo, pero no llegué a graduarme el bachillerato me tomaba mucho tiempo. Siempre recuerdo un día en que mandaron un sustituto por la profesora de matemática. De repente dice que saquen sus hojas para un examen, no estaba preparada, interrumpí el examen, me puse a cantar y los muchachos a pedir canciones. El profesor me miró, me dijo que estaba reprobada, que hablaría con la directora y los demás profesores. Él los fue a buscar, pero para mi sorpresa el castigo era que les cantara otra canción”.
  5. Festival de la voz

    Participé en el Festival Interescolar de la Voz, para entonces estaba en la Escuela Eugenio Cruz Almánzar en San Francisco, que todavía existe. Eso fue en 1977. Fue una experiencia extraordinaria, ahí fue cuando me sorprendió la fama. Todo empezó cuando un día llegó al liceo una comisión en representación del festival, los muchachos empezaron a decir que me inscribieran, entonces le dije a mi papá y el día del evento él me llevó en su bicicleta. La primera vez que me presenté fue con la canción “Granada” y gané el primer lugar, pero en la última ronda me dieron el cuarto lugar. Los compañeros del liceo que representaba cogieron piedras y palos en protesta y así me otorgaron el tercer lugar. Desde ahí el pianista y maestro Henry Hierro que fue mi primer compositor, él era parte del jurado del festival. Mi primer disco sencillo lo grabamos a raíz de ese festival. De ahí vinimos a la capital”.
  6. Llegada a la capital

    Cuando llegamos a la capital en el 78-79, Henry y papi hicieron un serrucho y así grabé mi primer sencillo, mi papá buscó los mejores músicos, hasta Michael Camilo tocó el piano. Pero papi me dijo que cuando me graduara de bachiller comenzaba la carrera y se lo agradezco porque me gradué de Administración de Empresas. Vinimos a Teleantillas ya con mi segundo sencillo ‘Hoy como aquella noche’ y ‘Por qué te has ido’, con los arreglos del maestro Jorge Taveras. Ana María Arias, que trabajaba en la casa disquera Bartolo Primero me trajo y así comenzó mi carrera en el programa Fiesta en 1982. Me sorprendió la fama inmediatamente, todo el personal de Teleantillas, incluso el señor Ornes que era propietario de este periódico elCaribe venían a verme cantar, me felicitaban, la primera fue doña Luchy Vicioso, ella me dijo qué grande eres. Al mes de pertenecer al programa, la cantante Lissette Álvarez salió de una disquera de Puerto Rico llamada Borinquen Récords y me firmaron a mí por ella y grabé mi primer LP titulado ‘Crisálida’. En 1993 me llamaron para actuar en el ‘Felt Forum’ del Madison Square Garden, Nueva York, y me contrató el programa Santo Domingo Invita. Fue una cosa apoteósica, fui elogiada por la prensa neoyorquina y la nacional por mi trabajo en ese escenario”.
  7. Miedo a la internacionalización

    Cogí mucho miedo a la internacionalización. Cuando tenía 18 años, mi papá y yo nos fuimos a la ciudad de Miami en 1988 para hacer vida artística allá, firmé con una compañía discográfica pero había mucha presión, ahí fui víctima de acoso sexual, entonces jamás lo intentamos. En Miami agoté 3 fines de semana y obtuve el mayor de los reconocimientos que es El Chin de Plata junto a luminarias como Gloria Estefan, Charitín Goico, José Luis Rodríguez, El Puma, entre otros. Una vez hicimos un media tours en Colombia, participé en un festival de boleros en Riohacha, hemos cantado muchas veces en Curazao, Bonaire, entre otras islas del Caribe pero no más de ahí porque cogí miedo, preferí mejor quedarme en mi país, pero hago vida artística en Nueva York donde hay plaza dominicana”.
  8. A punto de retirarse

    Me gané el primer premio Casandra a mis 26 años de carrera. Siempre me nominaban, pero nunca lo obtenía. Llegó un momento que estaba tan segura de que lo iba a ganar, pero no me lo otorgaron, eso fue como en el 90-91. Me desencanté tanto que decidí retirarme de los escenarios y me fui a San Francisco. Me dije no más, hasta rompí muchas publicaciones de periódicos, me propuse seguir estudiando. Durante tres meses no le cogía teléfono a nadie, comenzó Carlos Batista y Zoila Puello en sus programas de televisión a pedirme que volviera, que ese premio no determinaba mi carrera, hasta que decidí volver a los escenarios y no me retiro hasta que Dios quiera y mi público deje de aplaudirme”.
  9. Experiencia maravillosa

    En San Francisco de Macorís me llevé una experiencia maravillosa cuando fui candidata a vicealcaldesa en 2012. Pude darme cuenta el cariño y el afecto que siente mi pueblo por mí. Otra gran experiencia como artista fue cuando hice el espectáculo Jackeline Estévez Sinfónico en el Palacio de Bellas Artes. Lamentablemente no lo he podido repetir, pero fue una noche exitosa, mi culmen como artista, aunque he hecho otros grandes espectáculos como uno que hice en el Jaragua titulado Única, que se llevó la mejor de las críticas, producido por Rafael Pérez, con el acompañamiento de Manuel Tejada. Después hice Yo soy la buena con el maestro Jorge Taveras, la última que hice en el Jaragua. En el Maunaloa hice A mi manera y Bolerísima, eso fue bellísimo, entre otros”.
  10. A puro pulmón

    El espectáculo de la Sinfónica fue el más costoso, pero salí airosa gracias a Dios. Me tocó a mí misma salir a vender las boletas, solamente la sinfónica eran casi 900 mil pesos que había que pagar, me fui sin un solo patrocinio. Ahí es que siento que no se me ha respaldado, ni valorado, todo lo he hecho a puro pulmón. He tenido pocos patrocinadores, Pero aun así sigo adelante. Pero he tenido amistades como mi amigo Tony Vargas, que me patrocinó para ir al Jaragua. Esta es una carrera muy bonita, aunque de mucho estrés porque he tenido que ser mi propio mánager, ‘ampaya’, primera, segunda y tercera base, y madrina del equipo. Pero ahora cuento con Marlene de los Santos que es mi relacionadora pública, ella trabaja conmigo de manera desinteresada, mi equipo trabaja con mucho amor, eso es lo importante. A veces pienso que me va a pasar como a muchos artistas que sus canciones se han pegado después de muertos”.

Emmanuel, mi gran admirador

“Mi hermano Ronel es quien está siempre conmigo. Primero era mi papá, después mi hermano menor Gulliver. Mi hermano que vive en Nueva York, Emmanuel, es quien monta esos shows conmigo. Es mi admirador número uno. Tanto así que el día del evento se olvida de puerta, de cobrar y se sienta a verme, no acepta que nadie le hable cuando me está viendo cantar. Pero odia una de mis canciones, hasta tal punto que se sale del show cuando la canto. Esa canción es la que más le gusta al público, la cantaba Whitney Houston, se llama “En donde estás tú”. Es una canción que ha sido un éxito en mi voz. Mi hermano nunca me ha dicho por qué se va desde que empiezo a cantarla. En mi última presentación en Nueva York, en mayo pasado le dije que la iba a cantar y me contestó que no me preocupara que él iba a salir a la calle mientras tanto”.

MARIA E. PEREZ

Salir de la versión móvil