POR LUIS ENCARNACION PIMENTEL.- La decisión del Senado de la República de reconocer , por los números y la realidad demostrada en el terreno, que el partido Fuerza del Pueblo liderado por el doctor Leonel Fernández constituía la segunda mayoría en ese cuerpo legislativo , debió ser el mejor referente para que la Junta Central Electoral, que comenzó con buen pie y renovada imagen, no se embarcara en encasillar a la nueva organización política en el renglón de “minoritaria”, que luego ratificara en una resolución que daría mucho de que hablar y que terminaría haciéndole daño al órgano electoral.
En pocas palabras, la JCE y sus miembros (a excepción de la magistrada que emitió el voto disidente) debieron cuidarse más – solo por razones de imagen, de credibilidad y para evitar el “qué dirán” (¿) – de dar un evidente traspié, después de haber comenzado una gestión institucional con muy buen pie, organizando la casa y poniendo muchas cosas en sitio.
Un Román Jáquez, que en el Tribunal Superior Electoral marcó distancia y rechazó la presión y el chantaje del poder de turno, con lo que se creció y se ganó respeto en amplios sectores del país, no debió dejar el mínimo espacio de sospecha de que alguna “mano maestra” pudiera haber estado detrás de la decisión reciente, relativa al orden de los partidos en la boleta y a la distribución de los recursos que le asigna el Estado.
Como el pensamiento es libre – y más cuando hay intereses políticos o de alta política por el medio – no pocos pudieran pensar , sospechar y hasta llegar a comentar que una decisión que limita los recursos que se le otorgarían a la Fuerza buscaría frenar temprano el evidente crecimiento y posicionamiento de la organización que lidera el expresidente Fernández , quien casi a diario juramenta nuevos integrantes que vienen del partido que presidió por largo tiempo e incluso de otras organizaciones.
Para muchos, que saben que la Fuerza del Pueblo sacó en las pasadas elecciones un 5.69% en el nivel presidencial, lo de “minoritario” en lo que le insisten algunos interesados en ignorar realidades, es lo que mas se parece aquella necedad de regatearle al partido verde la condición de “segunda mayoría” en el Senado, siendo imposible que los que alegaban o reclamaban lo contrario pudieran demostrar que tres senadores del PLD eran más que ocho del bloque pro-Fernández (¿).
Por democracia y para evitar que la ahora controversial resolución de la JCE se caiga en otra instancia – como deberá ocurrir-, debió oírse el reclamo de revisión de la Fuerza y de otros 20 partidos.
¿Acaso esto no cae como hiel en la luna de miel PRM – FP?