NUEVA YORK.- Casi 20 meses y 600 días después de ser electos, Derek Jeter y Larry Walker, y con ellos el resto de los integrantes de las últimas dos promociones, entrarán al Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown.
La ceremonia del miércoles en el Complejo Deportivo Clark (1:30 pm, MLB Network) también incluirá al ex receptor Ted Simmons, el primer director ejecutivo de la Asociación de Peloteros de Grandes Ligas (MLBPA), Marvin Miller; los ganadores del premio Ford C. Frick por excelencia en transmisiones (Al Michaels, 2021; Ken Harrelson, 2020), los ganadores del premio BBWAA por grandes carreras como reporteros/escritores (Dick Kaegel, 2021; Nick Cafardo, 2020) y el ganador del Premio Buck O’Neil 2020 (David Montgomery).
Jeter y Walker fueron escogidos por la BBWAA y Simmons y Miller por los Comités de Eras del Salón de la Fama, pero la pandemia del coronavirus provocó la cancelación del ceremonial del 2020. Ni la BBWAA ni los Comités de Eras eligieron nuevos inmortales del béisbol este año.
Desde que el Salón de la Fama fue fundado en 1936 (la primera ceremonia tuvo lugar tres años después), los escritores tampoco eligieron a un nuevo inmortal en los procesos de 1945, 1946, 1950, 1958, 1960, 1971, 1996 y 2013. Curiosamente, en la última ocasión en que los peloteros fueron blanqueados por los periodistas debutaron Bonds, Clemens, Schilling y Sosa en la papeleta.
Cooperstown no tuvo actos de juramentación en 1950, 1958 y 1960 después de que la votación no resultó en nuevos electos, mientras que no se celebraron comicios en 1940, 1941 y 1943. En 1942 , Rogers Hornsby fue elegido pero no hubo ceremonia debido a las restricciones de viaje en la unión americana por la II Guerra Mundial.
Jeter, uno de los jugadores más populares y exitosos de los New York Yankees, la franquicia más ganadora en el deporte profesional de Estados Unidos, y actual miembro de la junta de propietarios de los Miami Marlins, es la figura central de la actividad.
Durante una carrera de 20 temporadas, Jeter fue convocado 14 veces al Juego de Estrellas, formó parte de cinco equipos de los Yankees que ganaron la Serie Mundial y recibió cinco Guante de Oro y cinco Bate de Plata.
El «Adorado Capitán» se retiró en 2014 con 3,465 hits, el récord para los Yankees y la sexta mayor cantidad de la historia de las Grandes Ligas. También posee las marcas de Nueva York en juegos (2,747), turnos al bate (11,195), dobles (544), bases robadas (358) y pelotazos recibidos (170).
Durante su carrera, los Yankees solamente fallaron en llegar a la postemporada en cuatro ocasiones (1995, 2008, 2013 y 2014). Jeter bateó .308 con 20 jonrones, 18 robos, 111 carreras anotadas y 61 impulsadas en 158 juegos de playoffs. Bateó .321 en 156 turnos en siete viajes a la Serie Mundial.
El ganador del Novato del Año de la Liga Americana en 1996 y del Jugador Más Valioso de la Serie Mundial y del Juego de Estrellas del 2000, tuvo su número 2 retirado por los Yankees en mayo del 2017.
Mientras Jeter fue electo casi a unanimidad (recibió 396 de 397 votos) en su primera aparición en la boleta, Walker fue aprobado por los escritores en su décima y última oportunidad.
Uno de los jugadores más completos de su generación, el canadiense hizo de todo por 17 años en las ligas mayores con Expos de Montreal, Colorado Rockies y St. Louis Cardinals. El jardinero bateó .313 con OBP de .400 y Slugging de .965, pegó 383 cuadrangulares y estafó 230 bases en cerca de dos mil partidos.
Walker ganó el premio Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 1997 y obtuvo siete Guantes de Oro, tres Bates de Plata y tres títulos de bateo y fue convocado a cinco Juegos de Estrellas. Con 72.6 WAR, superó a varios colegas jardineros que son miembros del Salón de la Fama, incluyendo a Tony Gwynn, Duke Snider, Dave Winfield, Willie Stargell y Kirby Puckett.
Walker, quien se unió al lanzador Fergunson Jenkins como los únicos canadienses con placas en el Museo del Salón de la Fama, tendrá su número 33 retirado por los Rockies durante una ceremonia el 25 de septiembre.
Simmons, quien pasó 13 de sus 21 temporadas con los St. Louis Cardinals, fue uno de los mejores receptores más ofensivos de su generación, entre 1968 y 1988. Bateó .285 con 2,472 hits (483 dobles y 248 jonrones) y 1,389 carreras impulsadas. Entre los receptores de Cooperstown, solo Yogi Berra tuvo más impulsadas y el puertorriqueño Iván Rodríguez es el único que lo supera en imparables.
AGENCIAS