Un sumergible con cinco personas a bordo que querían visitar los restos del transatlántico ‘Titanic’ ha desaparecido en aguas del océano Atlántico, lo que ha obligado a la Guardia Costera de Boston a iniciar una operación de búsqueda y rescate.
El comienzo de la inmersión estaba previsto para las 4.00 horas del domingo y contaba con dos horas de bajada y otras dos horas de subida, pero poco antes de cumplirse dos horas de la inmersión se perdió el contacto. El vehículo tiene «soporte vital» para 96 horas teniendo en cuenta al piloto y a los cuatro pasajeros.
La Guardia Costera de Estados Unidos ha confirmado que ha enviado un C-130 Hercules «en busca de un submarino de investigación canadiense a unas 900 millas –1.400 kilómetros– del cabo Cod».
Además, el Centro de Coordinación de rescates de Halifax ha aportado un avión P8 Poseidon que tiene capacidad de detección bajo el agua para buscar el submarino, que tiene 21 pies (6,4 metros) y que depende del buque de investigación canadiense ‘Polar Prince’. Las Fuerzas Armadas canadienses también han enviado efectivos y se ha confirmado la movilización del buque de la Guardia Costera ‘Kopit Hopson 1752’.
La Guardia Costera ha explicado que las condiciones son «bastante normales», con olas de entre tres y seis pies (1,82 metros), baja visibilidad y niebla, lo que no impide los sobrevuelos.
«El submarino se sumergió el domingo por la mañana y la tripulación del ‘Polar Prince’ perdió el contacto aproximadamente una hora y 45 minutos después de la inmersión», ha destacado la Guardia Costera estadounidense.
La empresa OceanGate Expeditions, que ofrece paquetes turísticos de ocho días para acercarse a los restos del ‘Titanic’ por 250.000 dólares, ha confirmado que el aparato desaparecido forma parte de su flota y que está «explorando y movilizando todas las opciones para traer a salvo a la tripulación».
Mi’sel Joe, jefe de la tribu india Mi’kmaq, dueña del ‘Polar Prince’ ha explicado a la televisión pública canadiense CBC que ya se ha enviado un sumergible por aire desde Estados Unidos para intentar lanzar una operación de rescate. «Nuestra mente vaga pensando en lo que puede que haya pasado, pero no lo sabemos. Solo rezamos por que esté bien todo el mundo», ha señalado.
La firma OceanGate Expeditions ha mostrado en un comunicado su agradecimiento por la «amplia asistencia» brindada por distintas instituciones y compañías para «recuperar el contacto con el sumergible».
El propio ‘Polar Prince’, un antiguo rompehielos de la Guardia Costera canadiense, participa en las labores de búsqueda y un segundo buque de Horizon Maritime –copropietaria del ‘Polar Prince’– ha sido enviado a la zona, el ‘Horizon Arctic’.
Posteriormente ha comparecido en rueda de prensa el vicealmirante de la Guardia Costera estadounidense John Mauger, quien ha destacado que la operación es más difícil por ser una zona «remota» y ha explicado que dependen del sónar para localizar el aparato. Además será clave que si hay supervivientes éstos puedan hacer sonidos para facilitar su localización.
Mauger ha confirmado que el sumergible contaba con reservas para 96 horas de oxígeno, por lo que calculan que en estos momentos les restan entre 70 y 96 horas.
En cuanto a los pasajeros, se ha confirmado que el millonario británico Hamish Harding está a bordo, según su familia. El propio Harding publicó el sábado en redes sociales que participaría en la inmersión de OceanGate y que había partido el viernes de St. Johns, en Newfoundland, informa la BBC.
«El equipo del submarino cuenta con varios exploradores legendarios que han hecho más de 30 inmersiones hasta el ‘RMS Titanic’ desde los 80», destacó Harding en el mensaje.
Además, destacó que la misión en la que participa «es probablemente la primera y única misión tripulada al ‘Titanic’ de 2023» debido a las malas condiciones meteorológicas.
También ha trascendido que otro de los pasajeros sería el buzo francés Paul-Henri Nargeolet. El dato lo ha revelado un buzo residente en St. Johnn Larry Daley, citado por la CBC.
El transatlántico de lujo ‘Titanic’ se encuentra a unos 600 kilómetros de la costa de Newfoundland, en Canadá, a una profundidad de 3.800 metros bajo la superficie marina. Su naufragio se produjo en 1912 y se saldó con más de 1.500 fallecidos, aunque los restos del pecio no fueron localizados hasta 1985.
EUROPA PRESS