En República Dominicana hay todo un movimiento en procura de que la gestión de Luis Abinader levante el toque de queda dispuesto por el Poder Ejecutivo como forma de controlar las aglomeraciones de personas y favorecer el distanciamiento físico y social que demanda la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Sus promotores se manifiestan tanto en las redes sociales como en marchas frente a las instalaciones del Palacio Nacional.
La respuesta a esta solicitud ha generado un mar de contradicciones entre distintos actores del Gobierno que ponen en evidencia una falta de coordinación en sus políticas públicas y su estrategia de comunicación.
Mientras unos insisten en la necesidad de mantener la medida para seguir mitigando el impacto del coronavirus en la población, otros hablan de flexibilización de horario, incluso, hay quien afirma que se trata de “una medida política y no de salud”, como declaró esta semana el propio asesor del Poder Ejecutivo en materia de Comunicación, Holi Matos.
El pasado lunes, la primera dama de la República, Raquel Arbaje, expresó que el horario podría flexibilizarse por dos horas, en un mensaje en su cuenta de Twitter en el que explicaba que escribía como “ciudadana que padeció el COVID-19”.
Esa misma posición la externó el ministro de Turismo, David Collado, que entiende que el horario debe flexibilizarse, al menos, los domingos para dar oportunidad a que los turistas que están en el interior puedan regresar a tiempo.
Pero el martes, durante una rueda de prensa, el ministro de Salud Pública, Plutarco Arias, declaró que la medida debe seguir igual. En la actualidad, el toque de queda inicia a las 7:00 de la noche hasta la 5:00 de la mañana, de lunes a viernes; y de 5:00 de la tarde a 5:00 de la mañana, los sábados y domingos, en las principales urbes del país. En otras provincias, con menor impacto de la pandemia, el horario es de 8:00 de la noche a 5:00 de la mañana.
“El toque de queda es un asunto que debe definirse en una decisión conjunta, pero entendemos que debe mantenerse igual. Pero es una comisión conjunta que debe definir eso, una decisión de los altos mandos y del presidente de la República”, dijo el Ministro de Salud.
La noche del miércoles el presidente Abinader pronunció un discurso de unos cinco minutos en los que se refirió a las acciones del Gobierno al cumplir un mes de su gestión, y aunque señaló las medidas adoptadas para mitigar la pandemia, lo hizo sin referirse al toque de queda que dispuso por 25 días desde el pasado 2 de septiembre.
Pero este jueves, la vicepresidenta y directora del Gabinete de Salud del Gobierno, indicó que solo cuando se logre seguir reduciendo la curva de contagios se podrá hablar de flexibilización, y que de lo contrario, tienen que seguir muy cautelosos para evitar más contagios.
Ayer mismo, sin embargo, a unos 16 días del Decreto 413-20 que le confiere el cargo de asesor en materia de comunicación, Holi Matos declaró en el programa El Sol de la Mañana, de cuyo staff forma parte, que los cierres eran medidas políticas, no epidemiológicas.
Cuestionó que, aunque las decisiones sanitarias las debe tomar el Ministerio de Salud, si no se están tomando sobre la base de estudios minuciosos, con datos estadísticos y datos epidemiológicos claros, entonces, lo que se hace es tomar medidas políticas.
“Yo quiero hacer un llamado de nuevo, como lo hice ayer, y este llamado a nuestras autoridades, a que revisemos el tema de los cierres…Vamos a extender más los horarios y tendremos menos aglomeraciones de personas. ¡Por favor!, eso es necesario. Y lo que se está haciendo es político, no epidemiológico”, reiteró.